Jueves, 13 de agosto de 2015 | Hoy
EL PAíS › EN EL MASSISMO INSISTEN EN RECHAZAR UN PACTO ELECTORAL CON EL MACRISMO
Felipe Solá y Alberto Roberti descartaron hacer un trato con Mauricio Macri y revelaron que existen “fuertes presiones” en ese sentido. Los intendentes massistas podrían promover el corte de boleta para tratar de conservar el poder en sus distritos.
El resultado de las PASO del domingo mostró al candidato presidencial de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, está mejor plantado de lo que se suponía de cara a las generales de octubre. Desde entonces, entre coqueteos y desmentidas, las versiones sobre un pacto entre el líder del Frente Renovador y Mauricio Macri para elaborar una estrategia común para enfrentar al oficialista Daniel Scioli en un posible ballottage sacudieron al ma- ssismo, aunque la reacción no fue la misma en todos los niveles de la estructura renovadora. “Jódanse”, dijo el candidato a gobernador bonaerense Felipe Solá para rechazar un acuerdo con el macrismo y reveló que recibió llamados para hacer un “acuerdo extrapolítico”. El diputado y sindicalista Alberto Roberti también se sumó al rechazo y afirmó que existe una “presión muy fuerte” con un intento de sellar un “acuerdo espurio” con Macri. En tanto los intendentes massistas más fieles, cuyas reelecciones quedaron comprometidas tras las PASO, se aferraron a una declaración de Massa –de que “cada uno buscará su techo” electoral– y admitieron la posibilidad de “trabajar la boleta corta” en sus municipios para que sus vecinos los acompañen con cualquier candidato presidencial para conservar sus territorios. Desde el entorno de Massa negaron a Página/12 que el candidato promueva esa alternativa y afirmaron que la estrategia es “seguir creciendo para entrar al ballottage”.
Envalentonado por su resultado electoral, Massa afirmó en la medianoche del domingo desde su bunker de Tigre que rompió la polarización entre el kirchnerismo y el macrismo y que peleará para entrar a un ballottage con Scioli. Pero allí también dio paso a las especulaciones cuando propuso un diálogo opositor con Macri, de Cambiemos, y Margarita Stolbizer, de Progresistas. Mientras que algunos alentaban un juego de seducción para sellar un acuerdo entre Massa y Macri, los principales candidatos massistas fueron los más duros a la hora de rechazar la posibilidad de pacto entre ambos, del cual desde el momento en que se conoció el resultado de las PASO no se ha dejado de hablar.
“Hay gente que se puso nerviosa, jódanse”, sentenció Solá, quien comentó que tuvo “llamados que nunca tengo, que no son comunes, y todos me decían que había que hacer un arreglo extrapolítico”. El candidato a gobernador bonaerense esquivó revelar quiénes lo llamaron y el contenido de las propuestas que le hicieron. “Acá no puede haber un arreglo. Nosotros tenemos una identidad. Y quieren arreglar algo los de afuera, y los de afuera son de palo”, agregó. También recordó que antes del cierre de lista el ma- ssismo propuso un acuerdo opositor que el macrismo rechazó.
“Construir sociedades con Macri y Carrioña (en referencia a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió) sería un grave error estratégico del massismo. Fuimos víctimas de sus desprecios y egoísmos”, posteó en su cuenta de Twi- tter el diputado massista y sindicalista petrolero Alberto Roberti. “Ajo y agua”, agregó en su cuenta de la red social en referencia al dicho popular “a joderse y aguantarse”.
“Quieren sacar del medio a Sergio Massa, como en su momento estuvieron oxigenando a Mauricio”, apuntó ayer el petrolero que volvió a hablar de “presiones” y afirmó que “vamos por el segundo lugar, creo que vamos a ganarle al macrismo”.
Por su parte, el referente económico del massismo Marcos Lavagna dijo que el acuerdo con Macri “es imposible” y el gremialista Facundo Moyano dijo que “mi límite es Macri”.
Por abajo el panorama no es el mismo. “Ellos me dieron un piso en las PASO y lo valoro. Ahora, tanto ellos como yo tenemos que crecer y buscar nuestro techo”, dijo Massa al diario La Nación, lo que se interpretó como que el líder renovador abría el juego a sus intendentes para que puedan trabajar con boleta corta y reforzar sus aspiraciones con diferentes opciones presidenciales. “Nuestra estrategia es seguir creciendo y entrar al ballottage”, dijeron en el entorno de Massa ante la consulta de Página/12 y prefirieron no entrar en polémicas.
Los caciques comunales del massismo, en cambio, se aferraron a la frase. “Habla de su generosidad”, dijo Mario Meoni, que tiene complicada su reelección en Junín, y explicó: “Sergio cree que los votos que él pueda sacar tienen un techo y que nosotros podemos sacar más votos con otros candidatos”.“Siempre sostuvo lo mismo, cuando medía 30 puntos o 10. Sergio cree que algunos candidatos tienen un plus a nivel local que deben aprovechar”, agregó Meoni.
Aunque juzgó la decisión de Massa como prematura, el senador provincial Roque Cariglino, hermano de Jesús –intendente alineado con Massa en Malvinas Argentinas–, dijo que prefieren “esperar al mes que viene a ver cómo se reflejan en el ánimo de la gente todos estos acontecimientos” pero aseguró que “no” van a “inducir al corte de boleta ni tampoco a decirle a la gente que no lo vote a Macri”.
“Nosotros jugamos con boleta completa el domingo pasado, pero hubo vecinos que quisieron votar a Macri y también algunos quieren votar a Scioli. No le podemos negar a la gente que quiera votar a otro presidente”, opinó Cariglino.
Cerca del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, consideraron “apresurados” los dichos de Massa, aunque dejaron en claro que “este tipo de decisiones no las toma solamente Massa, son los intendentes los que definen cómo trabajamos la boleta”. Estos tres municipios no son los únicos en manos de jefes comunales massistas cuyo futuro es incierto tras las primarias del domingo.
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