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Un confuso episodio ocurrió en el consulado argentino en la ciudad chilena de Punta Arenas. Dos hombres entraron al edificio y cuando estaban a punto de escaparse con fotocopias de documentos confidenciales, uno se fugó y el otro fue interceptado por el propio cónsul, José Andrés Basbus, quien forcejeó con el extraño y evitó que se llevara los papeles. El embajador argentino en Chile, Carlos Enrique Abihaggle, informó lo sucedido al canciller Rafael Bielsa quien, a su vez, habló directamente con el presidente Néstor Kirchner. Para el Gobierno el hecho es “serio” porque “no parece tratarse de un robo común”.
Ayer por la mañana, el cónsul de Punta Arenas entró a su oficina y se encontró con una situación inusual. Un desconocido intentaba llevarse de la caja fuerte una carpeta con documentos confidenciales. Mientras su compañero escapaba por la puerta de atrás del edificio, el cónsul forcejeó unos minutos con el hombre y finalmente impidió su objetivo. “Cumplí con mi deber y pude evitar que este señor se llevara los importantes papeles”, le contó el funcionario a Página/12, todavía sorprendido por lo ocurrido en la localidad chilena.
La denuncia del presunto caso de espionaje la realizó, horas después, el embajador de la Argentina en Chile, Carlos Enrique Abihaggle, a través de una carta dirigida a la Cancillería que encabeza Rafael Bielsa. “Al revisar el lugar, la policía comprobó que la caja fuerte se encontraba abierta y que la carpeta que contenía documentos confidenciales había sido fotocopiada. Los papeles se encontraban ordenados y engrampados para ser retirados del lugar”, explicó el diplomático en el comunicado.
Apenas enterado de lo ocurrido en Punta Arenas, el canciller Bielsa, quien se encuentra en Estados Unidos asistiendo a una reunión sobre el ALCA, llamó personalmente a Kirchner para comunicarle lo sucedido. El Presidente se mostró preocupado y le pidió a Bielsa que lo mantenga informado de la evolución de la investigación, que está siendo dirigida por el fiscal regional, Pedro Corti.
El embajador Abihaggle le comunicó el hecho al viceministro de Relaciones Exteriores de Chile, Christian Barros, a quien le manifestó “la preocupación del gobierno argentino por el pronto esclarecimiento del caso y la identificación de los responsables”. Los funcionarios de la Cancillería chilena pusieron en conocimiento al presidente Ricardo Lagos, que también dijo estar preocupado y se comprometió a comunicarse con Kirchner.
Minutos después del acontecimiento, la Policía de Investigaciones de Chile inspeccionó la sede del consulado. En el edificio encontró una videocámara en cuyo casete estaban filmadas las dependencias y, especialmente, las áreas de seguridad. Otros elementos que hallaron fueron dos camperas y un maletín, dentro del cual había una cédula de identidad de procedencia chilena (Run 7.884.057-9) y un permiso de armas a nombre de Luis Alberto Robles Ricus.
Nada pudo saberse aún acerca de los documentos confidenciales. Lo único que aseguró el cónsul es que se trataba de “importantes papeles” que provenían de la Cancillería. Al ser consultado sobre su impresión de lo sucedido, Basbus tampoco quiso explicar demasiado. “No estoy en condiciones de hacer una interpretación de los hechos ni de afirmar si se trató de un robo común o no. Sólo puedo decir que yo cumplí con mi deber, que fue impedir que se llevaran los documentos”, insistió.
Informe: Martina Noailles.