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El justicialista Juan Carlos Romero intentará hoy extender la dinastía de su familia en la provincia de Salta. En unas elecciones que llegan en medio de un total desinterés general, el ex compañero de fórmula de Carlos Menem en los comicios del 27 de abril buscará su segunda reelección frente al diputado nacional Andrés Zottos, candidato del Partido Renovador (PR), que se perfila como segunda fuerza.
Los ocho años de gobierno romerista pueden transformarse en doce gracias a que fue habilitado a luchar por un tercer mandato por una Convención Constituyente, que en agosto hizo una polémica interpretación a su favor del artículo 140 de la Constitución salteña. De este modo, el actual mandatario aspira a conseguir cuatro años más al frente del Ejecutivo provincial, lugar que ocupa desde 1995. Si lo logra, como parecen indicar las estimaciones previas, Salta llegará al 2007 con 16 de los últimos 24 años desde la vuelta de la democracia bajo el poder de un miembro de la familia Romero: su padre, Roberto Romero, gobernó desde el ’83 hasta el ’87. Ese año ocupó el cargo el peronista Hernán Cornejo, quien en 1991 fue reemplazado por el renovador Roberto Ulloa, que gobernó hasta 1995. Desde entonces, con un estilo al que muchos consideran feudal, Romero hijo concentra la mayor cuota del poder público en una provincia que hoy tiene el 68,4 por ciento de la población bajo la línea de pobreza, y donde el 34,8 es directamente indigente.
Los casi 680 mil salteños que elegirán gobernador y vice, renovarán además 11 bancas del Senado, 30 en la Cámara de Diputados provincial y 58 intendencias. Además de Romero, que comparte la dupla por el ejecutivo provincial con Walter Wayar, y de Zottos, que irá junto al legislador provincial Fabián Villar, la tercera fuerza en la lucha es el Frente Unidos por Salta, liderada por el ex senador nacional, el justicialista Julio San Millán, que estará acompañado por el presidente de la UCR de Salta, José Luis Valle. El Partido Obrero llega a estas elecciones con buenas expectativas de ocupar este tercer lugar.
San Millán, enfrentado desde hace años con el actual gobernador, salió en la semana a criticar sus intentos de aparecer junto al presidente Néstor Kirchner, con quien Romero compartió el jueves la firma de un convenio en el marco del proceso de reprivatización del servicio de cargas del Ferrocarril General Belgrano. “Que esto no se interprete como que el Presidente lo apoya”, advirtió el justicialista disidente.