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El canciller Rafael Bielsa inició anoche una gira por Japón y China durante la que espera mostrar lo que en Gobierno consideran “la nueva realidad argentina”, esto es, la vuelta a la estabilidad institucional y lo que imaginan es el inicio de la recuperación económica. El viaje tendrá una fuerte impronta comercial, por lo que Bielsa viajó junto a unos veinte empresarios que buscarán cerrar negocios con dos países con una balanza dispar: mientras que China ya se convirtió en el tercer comprador de productos argentinos, el intercambio con Japón es casi inexistente. La visita preparará el terreno para un viaje del presidente Néstor Kirchner, que se anuncia para mediados del año próximo.
El primer punto del periplo será Tokio. Bielsa se reunirá con su par japonesa, Yoriko Kawaguchi, a quien le expresará el agradecimiento argentino por el respaldo del gobierno japonés durante las complicadas negociaciones que terminaron en el acuerdo con el FMI. Uno de los puntos que el canciller repasará en su contacto con los principales funcionarios asiáticos será los números que indican el importante crecimiento económico que conseguirá la Argentina este año, pese al recambio presidencial y las perspectivas negras con las que se inició.
El canciller también se entrevistará con los ministros de Economía y Comercio Internacional, Shoichi Nakagawa, y el de Agricultura, Yoshiyuki Kamei. Una de las preocupaciones que llevará a cuestas la delegación es el bajísimo nivel de exportaciones argentinas a Japón pese al poderío y al potencial del país asiático. “Es difícil de entender teniendo en cuenta que en el país incluso tenemos una importante comunidad japonesa”, sostenía ayer un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el temario se propondrá la negociación de un acuerdo sobre comercio de productos de biotecnología y también una cooperación japonesa para la promoción de pymes. En sus encuentros, Bielsa estará acompañado por el vicecanciller, Jorge Taiana, y por el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Martín Redrado.
El viernes, la delegación argentina llegará a la capital china, Beijing. China se sabe un mercado ineludible por el potencial de sus 1200 millones de habitantes, que en el caso argentino ya es realidad. China es el cuarto socio comercial argentino en el mundo y el primero en Asia, con una balanza favorable para nuestro país de casi 1500 millones de dólares sólo para los primeros ocho meses del 2003.
Ocurre que las exportaciones son en su mayoría productos alimenticios y, principalmente, soja. Por eso, el interés argentino estará centrado en interesar a los chinos en productos con mayor valor agregado. Entre los empresarios que volarán junto a los funcionarios de Cancillería se contarán a Antonio Estrany (Bridas), Julio Wethein (Cámara de Comercio argentino-china), Hugo Krajnc (Cargill), Daniel Elztain (IRSA), Jorge Ludueña (Mastellone), Horacio Aranguren (Molinos) y Juan Carlos Fernández (Pescarmona), entre otros. Repartidos entre Beijing y Shangai, los hombres de negocios participarán de un seminario sobre “Perspectivas comerciales entre la Argentina y China”.
Bielsa conversará con su par chino, Li Zhaoxhing. Desde la normalización de las relaciones diplomáticas en 1972, la Argentina y China han coincidido en sus posiciones en varios foros internacionales. Para la Argentina siempre fue importante la reivindicación china sobre los derechos argentinos en las Islas Malvinas, mientras que los chinos subrayan el reconocimiento argentino a la existencia de una sola China. Cuando se encuentre con el primer ministro, Wen Jiabao, Bielsa seguramente confirmará el viaje a la región que realizará el presidente Kirchner. En un principio, la gira se haría en mayo o junio del 2004, momento en que la Argentina estará clausurando su presidencia pro tempore del Mercosur.