La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no participará de la cumbre del G-20 que se hará el 15 y 16 de noviembre próximos en Belek, Turquía. En su lugar, el canciller Héctor Timerman encabezará la delegación oficial argentina, junto al ministro de Economía y diputado nacional electo, Axel Kicillof, y al ministro de Planificación, Julio De Vido.

Timerman y Kicillof ya representaron al país en la cumbre del G-20 realizada en Brisbane, Australia, en 2014, en la que dicho organismo incluyó en su documento final la cuestión de los fondos buitre y la necesidad de fortalecer los procesos de reestructuración de deudas soberanas, una iniciativa impulsada por la Argentina: el gobierno nacional contó como una victoria internacional ese hito en las cumbres del G-20. A esto se sumó la resolución de la ONU propuesta por la Argentina en septiembre de este año, que reforzó el camino para acotar la acción de los fondos buitre en las reestructuraciones de deuda futuras.

La Presidenta finalmente no viajará la cumbre del G-20 de este año. Ayer le comunicó por teléfono su decisión al gobernador bonaerense y candidato a presidente del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Si bien no se especificaron los motivos del cambio de agenda de la mandataria, la cumbre ocurre en un tramo decisivo de la campaña hacia la segunda vuelta electoral, donde el oficialismo se enfrentará con el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri. Además, el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, fue recientemente intervenido quirúrgicamente en el Sanatorio Otamendi por un absceso en el hígado de origen diverticular. Cristina Fernández iba a viajar el miércoles hacia Turquía. El sábado había viajado a Santa Cruz, pero regresó a la Ciudad de Buenos Aires para acompañar a su hijo en el posoperatorio.

De esta manera, la Presidenta suspendió la que iba a ser su última gira internacional. Hasta ahora, CFK sólo había faltado al G-20 el año pasado, por cuestiones de salud. Junto a la canciller alemana Angela Merkel y el rey saudí Abdalá bin Abdelaziz, forma parte de los jefes de Estado con más participaciones en los encuentros del organismo internacional.

Los temas centrales de esta cumbre serán la fragilidad, inestabilidad y bajo crecimiento de la economía global, que aún no se ha recuperado de la crisis económica y financiera que estalló en Wall Street en 2008. La agenda se centrará también en las tres prioridades presentadas por la presidencia turca para 2015 (las “tres I”): Inclusión, Inversión e Implementación, que atraviesan transversalmente las diversas temáticas.

La Argentina es parte del grupo compuesto por 19 países más la Unión Europea desde su nacimiento, a fines de 1999, aunque recién nueve años después, en noviembre de 2008, se transformó en el foro de discusión más destacado a nivel mundial cuando en Washington se concretó la primera cumbre de jefes de Estado.

El G-20 desplazó en importancia al G-8, al sumar a importantes actores en la mesa de discusión con la llegada de la Unión Europea y once países, sólo tres de ellos latinoamericanos, mientras que todo el conjunto de países representa el 85 por ciento del PIB mundial, dos tercios de la población mundial y el 75 por ciento del comercio internacional.

Es así que a los miembros del Grupo de los 8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) se sumaron entonces, además de la Argentina, Arabia Saudita, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía, conformando así sus veinte miembros permanentes.