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El ministro de Justicia, Germán Garavano, intentó justificar ayer la decisión de dar de baja miles de investigaciones periodísticas publicadas en el portal Infojus Noticias, dependiente de su cartera. El funcionario designado por Mauricio Macri afirmó que las notas no fueron eliminadas, aunque reconoció que “pueden no estar accesibles”. Muchas de las notas que no pueden leerse comprometían a Macri porque daban cuenta de la estructura montada durante su mandato como jefe de Gobierno para realizar escuchas ilegales, la represión en el Hospital Borda o el incendio del depósito de Iron Mountain, en el que murieron diez servidores públicos.

Como contó Página/12, el bloqueo del 90 por ciento de las investigaciones y coberturas de la agencia oficial del Ministerio de Justicia fue detectada por varios de sus lectores y por los trabajadores de la redacción, que denunciaron su “vaciamiento” –fueron despedidos 12 periodistas de un total de 44– y manifestaron su “preocupación” por la pérdida “del valor testimonial, documental e histórico” de sus investigaciones. En ese sentido se expresó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien al enterarse advirtió: “Es una forma de querer borrar la historia. Le duela a quien le duela, las cosas que han pasado hay que registrarlas”.

Como consignaron los trabajadores, la cobertura de los juicios de lesa humanidad y las investigaciones sobre responsabilidades civiles durante el terrorismo de Estado convirtieron a Infojus Noticias en un sitio “de consulta permanente en el ámbito periodístico y judicial”. Al intentar explicar la desaparición de artículos, Garavano dejó claro la posición de la nueva gestión frente a la línea editorial que el sitio mantuvo desde 2013: “Infojus va a pasar por una profunda reforma para hacerlo más pluralista. No queremos una agencia de noticias activista”, se sinceró.

“No nos vamos a callar”, dijo ayer la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. “Hay que conocer la verdad, le duela a quien le duela”, sostuvo. Entre los artículos que fueron eliminados figura el de la noticia de la aparición de Ignacio Montoya Carlotto en agosto de 2014, tras 36 años de búsqueda. “Ojalá expliquen que ha sido un corte de lo que sea, que se borró instantáneamente pero volvió”, agregó Carlotto.

Las voces en solidaridad con los trabajadores del portal siguieron sumándose ayer. “Cuando decidís borrar notas que han sido publicadas por el Estado, es como quemarlas”, señaló Graciana Peñafort a la agencia Cosecha Roja. Ayer, el Colectivo de Trabajadores de Prensa repudió la decisión de Garavano y la ligó al “interés gubernamental de confinar la libre expresión y el derecho a la comunicación”.

Mientras, tanto, desde la nueva dirección editorial del portal ayer continuaba el silencio. Página/12 encontró un artículo firmado hace cuatro años por la actual directora del portal, Sabrina Santopinto, en el que cuestiona actitudes censoras como la que protagonizó. En la nota, publicada en BAE, la Santopinto alude –paradójicamente– a los riesgos “de violación al derecho a la libertad de expresión” en Internet, y advierte sobre “decisiones unilaterales de poner fin a determinado sitio, o como se dice en la jerga, bajarlo de la red”.

Como forma de esquivar el ataque, ayer comenzó a circular un sitio alternativo (http://avestruz. com.ar), que recopila buena parte de los artículos borrados. “Infojus: Borran notas que vinculaban al Grupo Clarín y el HSCB con el incendio de Iron Mountain”, puede leerse en uno de sus títulos.