EL PAíS › EL SENADO SE COMPROMETIO A AYUDAR A INVESTIGAR
Vergüenza (apenas) ajena
La Cámara alta votó una resolución de apoyo a la investigación.Varios senadores, con Cafiero a la cabeza, incursionaron en el autoelogio. Reproches a los jueces que precedieron a Canicoba.
Por Eduardo Tagliaferro
El Senado no miró para otro lado. La mayoría de los actuales senadores no estaba en la Cámara alta cuando estalló el escándalo de los sobornos. Por eso se entiende que se muestren reacios a hablar sobre ellos. Pero tal como sucede siempre que el tema vuelve a escena, nadie pudo evitar el debate. Menos podría ser ahora que se trataba de la última sesión del año y la primera después de que el ex secretario parlamentario, Mario Pontaquarto, confesó haber sido él quien le entregó el dinero de las coimas al salteño Emilio Cantarero. Cada uno puso su impronta, la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner recordó sus definiciones cuando la ley se trató en Diputados y dijo que el Senado, a través de sus representantes en el Consejo de la Magistratura, tiene que garantizar que “los jueces vayan a fondo. Para eso no tiene que haber premios para los que no investigan, como sucedió con el juez que vino luego de Liporaci”. Fue una clara alusión a Gabriel Cavallo, actual miembro de la cámara federal porteña.
La idea era simple. Se trataba de aprobar un proyecto de resolución en el que el cuerpo manifestaba su voluntad de colaborar con la investigación judicial. El trámite fue rápido y el proyecto se aprobó por mayoría. Luego pidió la palabra el porteño Rodolfo Terragno. “Esto tiene tal trascendencia que no alcanza con manifestar nuestra buena voluntad”, dijo Terragno. Para ir un paso más allá propuso que la Cámara aprobara sobre tablas un proyecto por el que se le pedía a la Auditoría General de la Nación la realización de una profunda investigación sobre las cuentas de la SIDE. En los considerandos de la iniciativa, “la auditoría debía realizarse sobre todos los fondos reservados”. Terragno aseguró que de ese resultado saldrían elementos objetivos que servirían a la investigación.
El peronismo tiene números holgados para las principales votaciones que se dan en el cuerpo. Como fueron tomados por sorpresa por la iniciativa de Terragno, no la rechazaron pero tampoco la aprobaron. El jefe del bloque peronista dijo que “sería tratada en comisión”. Algo que seguramente no ocurrirá hasta el año que viene. En los tiempos que las noticias tienen en la Argentina, eso y archivar el proyecto es algo parecido.
Cuando el bonaerense Antonio Cafiero pidió la palabra, las caras de sorpresa que se observaron entre los principales dirigentes del peronismo lo decían todo. Cafiero buscó, esencialmente, el reconocimiento personal. Luego de hacer votos para que esta investigación sea el comienzo de una nueva etapa en la política, se paseó desde Aristóteles hasta a Homero hablando de que las generaciones son las hojas que se renuevan pero que el árbol de la vida permanece inalterable. Todo esto fue para concluir que el Senado debe ser el árbol de la democracia. Incluso dijo que la Cámara alta lleva la carga genética del Senado romano incluyendo a César y a Calígula.
La puntana Liliana Negre de Alonso reivindicó la figura del ex senador y hoy gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. Recordó que en aquella sesión había dicho: “Esto no es transparente, esto es un escándalo”. Además de dejar en claro que solamente lee Clarín y La Nación, Negre de Alonso recordó la discusión en su bloque cuando se trataron los superpoderes para el ex ministro de la Alianza, Domingo Cavallo. “Vos no jodás”, decían las crónicas periodísticas que le había dicho el rionegrino Remo Costanzo a la puntana.
Los radicales volvieron sobre el fantasma de la antipolítica que podría esconderse detrás de las denuncias. El santacruceño Carlos Prades se preguntó “si el ataque no está buscando cerrar las puertas de esta institución (el Senado)”.
Antes del cierre del debate, Fernández de Kirchner recordó que se opuso a la ley de fueros ya que impedía que algún senador se quebrara y que su primer proyecto fue pedir la derogación de la norma. “Esta no fue la primera vez”, dijo en referencia a la compra de leyes por favores. “Cuando me echaron del bloque yo dije que no querían testigos.” Para que no quedaran dudas también criticó el accionar de los jueces Liporaci y Cavallo. “No tiene que haber premios para los jueces que no investigan o dictan falta de mérito.”