EL PAíS
Usía cree que la confesión de Tato es una “prueba directa del delito”
Canicoba Corral tomará una serie de medidas para confirmar las palabras de Pontaquarto, que volverá a declarar mañana. El juez ya decidió indagar al ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes, y a los ex senadores radical José Genoud y peronista Emilio Cantarero. Pericias sobre el papel.
Por Victoria Ginzberg
La confesión del ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto “es una prueba directa del delito” de pagos de sobornos en el Senado. Así lo aseguró el juez Rodolfo Canicoba Corral ayer, antes de retirarse de los tribunales federales. El magistrado ya decidió indagar a los ex senadores Emilio Cantarero y José Genoud y al ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes. Pero antes de interrogarlos intentará acumular nuevas evidencias que refuercen las palabras de Pontaquarto. Para eso pidió varias medidas, entre ellas, que se revisen las cámaras de seguridad de la SIDE y que el Gobierno informe si existe un libro en el que se registran las entradas a la Casa Rosada. Para hoy, el juez tenía previsto escuchar a Gladys Mota, ex secretaria de De Santibañes, pero la declaración se postergaría debido a su estado de salud.
“El testimonio es una prueba directa e importante, que habrá que evaluarla junto con otras”, aseguró el juez. Por eso es que Canicoba Corral y los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado tienen como tarea principal buscar testimonios o evidencias que respalden las palabras de Pontaquarto, quien afirmó ante la Justicia que recibió de la SIDE cinco millones de pesos, de los cuales entregó setecientos mil a Genoud y cuatro millones trescientos mil a Cantarero.
Algunas de las medidas ordenadas con ese objetivo son:
- La revisión de las cámaras de la SIDE, que pueden demostrar si el ex secretario parlamentario entró al organismo las dos veces que dijo haberlo hecho el 18 de abril de 2000.
- La inspección, si existiera, de un registro de entradas a la Casa de Gobierno. Pontaquarto dijo que allí hubo una reunión en la que, en presencia del entonces presidente Fernando de la Rúa, se hizo alusión a los sobornos.
- Los investigadores quieren saber si en el hotel Howard Johnson hay cámaras de seguridad y si éstas registraron la entrada de Pontaquarto. El arrepentido aseguró que, antes de entregar la plata, la dejó en una habitación de ese hotel. También se revisarán los registros de pasajeros.
- Se pidieron entrecruzamientos de llamadas telefónicas. Ayer ya se comenzaron a evaluar las primeras listas de las comunicaciones de Pontaquarto.
- El juez y los fiscales quieren obtener fotos de los choferes de la SIDE que habrían acompañado a Pontaquarto con la plata al Senado.
- También se haría una nueva revisión de las cuentas del organismo que dirigía De Santibañes. En el expediente constan dos retiros que hizo la SIDE los días previos a la votación de la ley y que suman seis millones y medio de pesos. El entonces jefe de la SIDE aseguró que esta plata fue para pagar las indemnizaciones de agentes que fueron exonerados, pero los ex espías le iniciaron una querella por haber incumplido con ese compromiso. Además, el juez Norberto Oyarbide se declaró incompetente y remitió al juzgado de Canicoba Corral una vieja causa en la que el ex director de finanzas de la SIDE, Juan José Gallea, está acusado de haberse llevado, en la madrugada del 20 de diciembre de 2001, todos los papeles que lo comprometían.
Un elemento importante será el resultado de la pericia –el juez la reclamó con urgencia– sobre el papel que el ex secretario parlamentario entregó a la Justicia el martes, en el que figuran los apodos o nombres de los ex senadores Augusto Alasino, Alberto Tell, Remo Costanzo, Julio San Millán, Hugo Sager, Carlos de la Rosa, Beatriz Raijer y José Luis Gioja. Los peritos deberán intentar determinar la antigüedad del papel, de qué impresora salieron los nombres de los senadores y quién escribió con lápiz al lado las cifras (300, 200, 100 y 50) que corresponderían a los miles de pesos que cobraron los ex legisladores.
El juez y el secretario Marcelo Sonvico esperaban escuchar hoy el testimonio de Mota pero el médico forense que enviaron para que la revisara –hace poco sufrió un accidente que la dejó postrada– opinó que no estaba en condiciones de presentarse. Fuentes judiciales daban por postergado el interrogatorio, pero otros funcionarios no descartaban que la mujer fuera conducida por una ambulancia a Comodoro Py. Mientras tanto, Pontaquarto volverá mañana a Tribunales para ampliar su declaración. Al día siguiente viajaría al exterior para pasar las fiestas con su familia.
Freiler y Delgado pidieron ayer que sean citados a declarar el ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien aseguró que sabe más de lo que dijo sobre los sobornos.
Luego de recolectar las pruebas, el juez tiene previsto llamar a declarar como acusados a los imputados. Las primeras declaraciones serían las de Genoud, Flamarique y Cantarero, los más directamente involucrados por Pontaquarto.