Antes de volver a Estados Unidos, el presidente norteamericano Barack Obama pasó ayer una tarde de descanso junto a su esposa Michelle, sus hijas y su suegra en Bariloche. No hubo golf como se había anunciado y se dedicaron a disfrutar brevemente de las atracciones turísticas de la zona: los Obama recorrieron el Circuito Chico y luego navegaron por el Nahuel Huapi a bordo de la tradicional embarcación Modesta Victoria. Mauricio Macri no quiso permanecer ajeno al descanso del ilustre visitante. Fue con su mujer a una estancia vecina y por la tarde se acercó hasta el Llao Llao para saludar a los Obama y conseguir una postal de despedida con los dos matrimonios muy sonrientes.

Luego del acto en el Parque de la Memoria, Obama volvió al Palacio Bosch para recoger a su familia y dirigirse hasta Ezeiza, desde donde salieron hacia Bariloche. Viajaron en un avión presidencial, pero más chico que el Air Force One que por su envergadura no podía aterrizar en el aeropuerto barilochense. Llegaron a las 14.20, ya vestidos de sport y listos para una jornada al aire libre. Hicieron por tierra el largo recorrido hasta el Llao Llao, en una camioneta negra al frente de una caravana de más de 30 vehículos rodeados de la habitual parafernalia de seguridad. Al llegar a la altura del Frente Cívico, los esperaba un grupo de militantes kirchneristas con carteles que decían “Patria sí, colonia no” (ver aparte).

La comitiva norteamericana tenía reservada el ala Moreno del Llao Llao, elegida por ser la más moderna y la más segura, aunque no tiene tan buenas vistas como la tradicional ala Bustillo que supo recibir a otros presidentes norteamericanos como Dwight Eisenhower, Jimmy Carter y Bill Clinton. Con todo, los Obama, activos, apenas si pasaron por el hotel y salieron para hacer el Circuito Chico, un clásico para cualquier visitante a Bariloche. En un recorrido relativamente corto se pueden encontrar algunas de las mejores vistas sobre los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, espectaculares en un día soleado como ayer. De suéter oscuro y pantalón claro, Obama bajó de la camioneta junto a Michelle y sus hijas Sasha y Malia para acercarse hasta los miradores.

El circuito culmina en Puerto Buñuelo, donde los esperaba “Modesta Victoria”, una embarcación construida en 1937 en Holanda, un símbolo de la ciudad, que los llevó a una excursión de unos 40 minutos por Puerto Blest. La leyenda del barco sostiene que muchos ilustres se asomaron a su cubierta, como Eisenhower y Clinton, el sha de Irán, Reza Pahlevi, y hasta el Che Guevara y su amigo Alberto Granado, quienes se dice que cruzaron a Chile en la embarcación. A los Obama los acompañaron sólo cuatro marineros y un guía turístico, obviamente bilingüe.

Una hora antes de que los Obama aterrizaran a Bariloche, Macri y Juliana Awada llegaron en el Tango 10 y se dirigieron en helicóptero hasta una estancia de Lago Escondido, propiedad del magnate inglés Joe Lewis, según informó la agencia oficial Télam. Pasadas las 19 fueron hasta el Llao Llao para saludar una vez más a los Obama. Las fotos que difundieron da la sensación de grandes amigos, todos sonrientes por demás. “Despidiendo a la familia Obama en Bariloche. ¡Gracias por la visita!”, escribió, entusiasta, Macri en su cuenta de Twitter.

Según trascendió, conseguir las fotos fue materia de negociación entre los equipos de comunicación de las dos presidencias. Es que había muchos turistas y curiosos haciendo guardia fuera del hotel, y la comitiva norteamericana no quería exponer a Obama, especialmente después de haberse cruzado con una protesta en el centro barilochense. Las imágenes se tomaron entonces dentro del Llao Llao y con el fondo de postal desde uno de los balcones.

Más allá de las fotos en un clima de distensión, no hubo partido de golf conjunto ni una cena compartida, como también se había especulado. En verdad, muchas cosas que se dijeron quedaron en el aire. Por ejemplo, cuando Macri anunció semanas atrás que Obama estaría en Bariloche había asegurado que se quedaría “un par de días” y también que firmaría un convenio de colaboración con el Invap, que en los hechos significaría que el instituto tecnológico argentino volvería a trabajar con la Nasa. De todo eso no hubo nada.

Obama cenó con su familia en el Llao Llao y a las 21.50 partió rumbo a Buenos Aires donde haría trasbordo en el Air Force One para emprender el regreso a Estados Unidos, poniendo punto final a su visita de dos días. Macri, en tanto, hoy irá a Villa La Angostura para descansar en el barrio privado Cumelén, como hace habitualmente.