Luego de un día de acusaciones y cruces por los medios, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tuvieron una conversación privada. Según señalaron en el entorno de ambas dirigentes, hicieron las paces. En la Gobernación confirmaron en su cargo al jefe de la Policía bonaerense, Pablo Bressi, al que Lilita acusa de estar vinculado al narcotráfico. A nadie se le escapa que la discusión ocurre en medio de una sorda disputa por quién será el candidato a senador por Cambiemos en la provincia: si Carrió o Jorge Macri, como pretende el macrismo.

La líder de la Coalición Cívica arremetió contra el jefe de la Bonaerense, al que vinculó a Miguel Angel “Mameluco” Villalba, quien está detenido como jefe de una banda dedicada al narcotráfico. La dirigente aseguró que le había informado durante cinco meses a Vidal sobre la connivencia entre Bressi y Villalba en la DDI de Morón, pero que ante la decisión de la gobernadora de no separar al jefe policial debía hacerlo público. Desde la Gobernación aseguraron que Lilita nunca les presentó evidencias. El hecho tiene un antecedente no menor: Carrió reclamó y consiguió en marzo pasado la renuncia de Román Di Santo a la jefatura de la Policía Federal.

Su denuncia contra Bressi ocurre en medio de una disputa oculta por quién será el candidato a senador en la provincia de Buenos Aires por Cambiemos. Carrió podría ocupar ese cargo, pero el macrismo se inclina por el intendente de Vicente López, Jorge Macri, que contaría con el respaldo de Vidal.

Ayer Carrió le envió una carta a Vidal en la que insistió con sus acusaciones contra el jefe de la Bonaerense. “Querida María Eugenia, te escribo estas líneas en razón de que en estos días se ha discutido mucho y se me ha criticado respecto de si tengo pruebas que acrediten mis dichos sobre el actual jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, tema del cual hablamos durante los últimos seis meses”, comienza la carta.

La misiva preserva la figura de Vidal, al tiempo que descarga nuevas acusaciones sobre el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y el jefe policial, a quien describe como “responsable de narcotráfico con Scioli. Comprensible: Ritondo pactó el control de esa fuerza con su antecesor Alejandro Granados. Por eso no puede ofrecer soluciones a Vidal, quien es intimidada con episodios extrañísimos cada semana”. Le advirtió que parte de la Bonaerense no le responde.

“O Bressi es una brillante mente criminal o es un idiota que no puede dirigir ni siquiera a la gente que él conoce y así mucho menos dirigir el combate contra el delito organizado”, descerrajó la diputada, quien brindó una serie de testimonios de personas condenadas contra Bressi.

“Tirar por lo bajo los testimonios de estas personas como seguramente intentarán hacer los que quieren que nada cambie, es reconocer que los testimonios de Ibar Pérez Corradi, Martín y Cristian Lanatta, Víctor Schillaci, Leonardo Fariña, entre otros, no tienen validez o el peso que se les brinda”, le advirtió a Vidal. “Sería un error político solamente apreciar la prueba contra la corrupción en los casos que favorece al gobierno de turno”, le remarcó.

“No tengo dudas que desde el 10 de diciembre los famosos sobres y bolsos con dinero se siguieron entregando en los distintos destinos que correspondían para aquel sistema de recaudación ilegal. ¿Su receptor final? No puede ser otro que el flamante Jefe de Policía, comisario general Pablo Alberto Bressi. Este sistema no fue diseñado por Bressi, sinceramente no posee tanto ingenio. Él lo heredó del ex jefe de policía, comisario general Hugo Matzkin, y sí, por el contrario, se encargó de mejorarlo en cuanto a la suma final de canon ilegal”, aseguró Carrió, quien admitió que “no hay, o no se conocen, causas judiciales en contra de Bressi”.

De esta última frase se agarraron en la Gobernación, donde ratificaron a Bressi mientras no aparezcan evidencias en su contra. Vidal fue tajante al afirmarlo: “Lilita me conoce y sabe bien que yo no sostendría a ningún funcionario del que tenga pruebas o elementos concretos de que está vinculado con algún delito, yo no convivo con el delito”, indicó. Traducción: Bressi no se va.

“Si hay alguna prueba o elemento concreto que vincule al jefe de la policía de la Provincia o a cualquier otro funcionario con cualquier delito, yo voy a tomar las decisiones que tenga que tomar, mientras eso no suceda no voy a tomar decisiones”, indicó Vidal, que agregó: “Lo que tenga que decirle a Lilita se lo voy a decir personalmente”.

Vidal cumplió esa promesa pocas horas más tarde: llamó a Carrió, en el atardecer de un día agitado. En el entorno de la diputada sostuvieron que fue “una larga y afectuosa charla, donde el respeto y el cariño entre ambas quedó intacto y en el que coincidieron en que las dos están dando la misma pelea contra el narcotráfico”.

En tanto, desde la Gobernación indicaron que Vidal la llamó preocupada por la denuncia de una amenaza de muerte que hizo Carrió (ver aparte). Cerca de Vidal, señalaron que le ofreció reforzar su custodia con Policía Federal o Metropolitana y que no hablaron nada más. “Nunca estuvieron mal”, aclaró a este diario un funcionario con llegada directa a la gobernadora.