EL PAíS › REPLICA DE KIRCHNER AL PRESIDENTE DE URUGUAY JORGE BATLLE
“Cada desaparecido es una obligación”
“La relación es correcta”, dijo ayer el Presidente para definir el estado de su vínculo con su par uruguayo, Jorge Batlle. Tras la decisión del gobierno argentino de abrir una querella por la desaparición de María García Irureta Goyena, la nuera de Juan Gelman, la relación –que no era buena– se complicó aún más. El propio Batlle contestó con un reclamo por los 80 uruguayos que desaparecieron en el país, lo que fue replicado en duros términos por varios ministros. Ayer, desde Santa Cruz, Kirchner no se preocupó por bajar el tono de los cruces con Batlle. Por el contrario, cuando le preguntaron por el reclamo del uruguayo por los 80 desaparecidos de su país, dijo que esos dichos fueron “un exabrupto”. “Acá (por la Argentina) se ha averiguado por la Justicia, él (por Batlle) debería rectificarse con ese tema y preocuparse de que en Uruguay pase lo mismo”, contestó Kirchner, en otro capítulo más de la escalada con el oriental.
“Hemos dicho que queremos definitivamente terminar con la impunidad, queremos saber qué pasó con cada uno de nuestros desaparecidos, nuestras víctimas durante el terrible proceso militar”, reafirmó Kirchner para dejar claro que no cambiaría su política de derechos humanos. Luego le contestó a Batlle, quien el jueves –en respuesta a la decisión del Gobierno de abrir una querella y pedir que declare en la causa– reclamó al Gobierno que investigue el destino de 80 uruguayos desaparecidos en el país. “Nosotros no los identificamos. Si son argentinos, uruguayos, italianos o españoles, de indistinta nacionalidad, cada desaparecido que hubo en la Argentina es una obligación institucional, moral que los argentinos tenemos que averiguar”, dijo Kirchner.
Si con Batlle la relación no tiene vuelta atrás –aunque Kirchner, diplomáticamente, la considere “correcta”–, otro es el vínculo que el Presidente ostenta con Luiz Inácio Lula da Silva y, también, aunque con cierta prudencia, con el venezolano Hugo Chávez. Ayer, en la misma conferencia de prensa, Kirchner aseguró que, si se confirma la invitación que le hizo Chávez, visitará Venezuela para asistir a una reunión con Lula y el fundador del Movimiento Quinta República. “Si se realiza esta reunión, con todo gusto vamos a ir. Lo que no significa que intervengamos en la vida interna de ningún país. Respetamos la democracia venezolana, al presidente (por Chávez), pero no intervenimos porque creemos en la autodeterminación de los pueblos”, subrayó.
En la misma oportunidad, el Presidente aclaró –como adelantó Página/12 el jueves– que irá a Cuba cuando “esté lista la agenda con el gobierno cubano”. El canciller Rafael Bielsa dijo lo mismo en un reportaje que concedió a este diario (ver páginas 6/7). En referencia al viaje a Cuba, del que inicialmente se había dicho que podía concretarse en febrero, Kirchner dijo que no sufrió “ningún condicionamiento de ningún tipo” por parte de la administración norteamericana en ese punto. “Ni lo hubiera permitido tampoco”, aclaró. “Estamos trabajando en la agenda con el gobierno cubano. Cuando esté lista con todo gusto iré a visitar Cuba, como visito cualquier país en el mundo”, agregó.
En Puerto Ordaz, paralelamente al encuentro Chávez-Lula-Kirchner se encontrarán los presidentes del Grupo de los 15, que representa a los países que integraron lo que antes se llamó el Movimiento de No Alineados. En relación con esa cumbre, Kirchner dijo que allí se analizará el pedido de Venezuela para ingresar al Mercosur como Estado asociado. Ese es el mismo estatus que tiene, por ejemplo, Chile. “(Venezuela) ha pedido su incorporación como miembro no activo del bloque”, contó Kirchner. En ese punto, defendió la intención de Chávez, que a algunos hizo pensar en la conformación de un eje Buenos Aires-Brasilia-Caracas. Pero luego dijo que todos los países de Sudamérica deberían sumarse al bloque. “El Mercosur tiene que ampliarse a todos los países de América del Sur, no sólo a Venezuela, sino a Perú, Ecuador, México. En el marco de la pluralidad de ideas queremos una América fuerte, que tenga una voz fuerte y que pueda hablar con propiedad con los bloques restantes del mundo”, explicó.