EL PAíS
La profecía autocumplida de Lole como eje de la oposición interna
A partir de la pelea entre el Gobierno y Reutemann por los fondos enviados a Santa Fe por las inundaciones, en el bloque de senadores del PJ se aglutinó el menemismo residual tras el ex corredor. La reacción de la Rosada. Las futuras votaciones.
Por Felipe Yapur
El pedido de informes al Ejecutivo por el caso Santa Fe, firmado por once senadores del PJ –que respaldaron de esta forma al ex gobernador Carlos Reutemann en su controversia con el Gobierno– debe ser considerado como la primera expresión de rebeldía en el oficialismo. Si bien la conducción del bloque intentó quitarle dramatismo, el hecho cobró significancia porque la iniciativa fue comandada por los representantes del menemismo que todavía perduran en la Cámara alta.
“Esto para nada significa que el bloque corra peligro de partirse”, confió a este diario un senador que goza de la simpatía del presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, advirtió que el hecho de que se reuniera un número importante de legisladores para responder a una posición del Gobierno, “es una señal de advertencia”.
La posibilidad de que el menemismo se reuniera para oponerse a la administración kirchnerista siempre estuvo en la cabeza de los conductores del bloque. La primera señal la dieron cuando se tuvo que votar la inhabilitación de Eduardo Moliné O’Connor luego de que fuera destituido como integrante de la Corte. En esa oportunidad, el menemismo –el más fiero defensor del cortesano– consiguió que muchos de los que anteayer firmaron el pedido de informe, vote en contra de la inhabilitación que impulsaba el Gobierno.
Esta posibilidad se potenció aun más cuando el recambio del tercio del cuerpo. En diciembre llegaron al Senado pesos pesados como los ex gobernadores Carlos Reutemann y Rubén Marín. También llegó el catamarqueño Ramón Saadi, quien si bien se había distanciado del menemismo, regresó ante el rechazo al PJ de esa provincia que tiene el gobierno central. Todos llegaron al bloque asegurando que venían a apoyar al nuevo gobierno. Incluso esto les posibilitó conseguir la presidencia de varias comisiones en aras de la buena convivencia.
Pero en los planes de la conducción de la bancada no estaba la controversia suscitada entre el Ejecutivo y Reutemann por los fondos destinados a paliar los efectos de la inundación. Esto fue el pretexto perfecto para que el menemismo agazapado y como en retirada volviera a mostrar sus garras. Así, casi en secreto, los colaboradores del Lole fueron recolectando firmas para un pedido de informes que se transformó en un respaldo a su posición. El proyecto lleva la firma de la reutemista a ultranza Roxana Latorre, Saadi, los salteños Sonia Escudero y Marcelo López Arias, los pampeanos Marín y Silvia Gallego, el cordobés Roberto Urquía, la fueguina Mabel Caparrós, la entrerriana Graciela Bar, el bonaerense Antonio Cafiero y el riojano Eduardo Menem.
Todos los que firmaron el pedido de informes son o tuvieron su paso por el menemismo. Y entre los que operaron la firma buscaron sumar uno más. Durante la tarde del jueves, los pasillos del Senado se inundaron de un rumor que surgió del despacho mismo de Reutemann y que sostenía que el jefe de la bancada, Miguel Pichetto, estaba evaluando estamparle su firma. A última hora de ese día, el propio legislador se encargó de desmentir la especie que, si bien en su despacho lo niegan, lo obligó a dar explicaciones en la Rosada. “Lo sorprendieron”, indicó un senador que lo conoce bien y conversa a menudo con el rionegrino.
La presentación del proyecto inmediatamente generó repercusiones. Para algunos de los senadores aparecer en el listado de la firmas les significó más de un disgusto. Este es el caso de la entrerriana Bar, quien ayer ordenó retirar su firma. “Jamás estuvo en mi espíritu poner en duda lo que la Nación había enviado sino simplemente que se informe cuáles eran los montos remitidos a la fecha”, indicó la legisladora en un comunicado de prensa. La reacción de Bar se debió a que su participación en el pedido de informes le generará un serio problema al gobernador Jorge Busti, quien a duras penas está tratando de reconstituir su relación con Kirchner.
De todas formas, en el bloque aseguran que con las explicaciones del Ejecutivo todo irá retornando a la normalidad. “El martes se votará sin problemas la nueva ley laboral”, indicó un senador oficialista. Es probable que así suceda. Habrá que ver cómo reacciona este grupo cuando llegue la designación de Carmen Argibay a la Corte o el juicio político de Adolfo Vázquez.