EL PAíS › OYARBIDE PROHIBIO QUE EL EX
PRESIDENTE PUEDA DISPONER DE SUS BIENES
¿Quién dijo que Menem es desinhibido?
Como anticipó Página/12, el juez que investiga la omisión maliciosa en que habría incurrido Menem le aplicó una inhibición general de bienes. Ahora el ex presidente no podrá vender ninguna propiedad que figure a su nombre. La causa puede derivar en una inhabilitación vitalicia para ocupar cargos públicos.
Por Victoria Ginzberg
Carlos Menem no puede vender ni comprar nada. Nada que figure a su nombre. Todos sus bienes quedaron inhibidos por orden del juez federal Norberto Oyarbide. La medida es consecuencia de que el ex presidente aseguró no poseer propiedades ni dinero para afrontar el embargo por un millón y medio de pesos en la causa en la que está procesado por omitir declarar una cuenta en un banco de Suiza. A pesar de que el riojano se presentó como una persona insolvente, en el expediente figuran varios bienes que le pertenecen, al margen de los que estarían a nombre de testaferros.
En una breve decisión, Oyarbide explicó que decretaba la inhibición “atento a lo manifestado por el imputado al ser intimado a embargo, la incertidumbre sobre el valor de los bienes individualizados durante la investigación y la posibilidad que tiene de presentar los suficientes o de dar caución”. Esto significa que, aunque Menem dijo que no tenía nada, en el expediente consta que no está en la indigencia, pero no se sabe exactamente cuánto es lo que posee y que, si él quisiera, podría ofrecer por motu proprio una o más propiedades para cubrir el millón y medio de pesos.
Según figura en la resolución, Oyarbide mandó hacer “estudios para determinar el valor” de una casa ubicada en la calle 11 de Septiembre al 1700, del barrio Belgrano, y de tres aviones que pertenecerían a Menem.
Estas cosas no estaban incluidas en la declaración jurada del ex presidente y fueron detectadas por el juez en el transcurso de la investigación. Si de la tasación de los bienes de Menem surge que el riojano tiene un millón y medio de pesos, el juez ordenaría un embargo compulsivo y levantaría la inhibición general. Oyarbide también indagará en la AFIP, para comprobar qué fue lo que declaró el imputado ante ese organismo al pagar el impuesto a los Bienes Personales.
Antes de dejar el poder, Menem declaró tener cerca de 1 millón 800 mil pesos. Formaban ese patrimonio, entre otras cosas, el 50 por ciento de 26 lotes en Chilecito, dos casas en la ciudad de La Rioja, tres autos, un caballo de carreras, obras de arte, armas, el 4 por ciento de las acciones de la bodega familiar y la mitad de un avión Cessna. En cambio hay varias propiedades que el ex presidente utilizaba o frecuentaba que no están a su nombre. Entre ellas, la mansión La Rosadita de Anillaco. Esa casa figuró en la declaración de Menem de 1997, pero luego se supo que pertenecía formalmente a su hija Zulemita. El traspaso impidió que el riojano pudiera celebrar allí su boda con Cecilia Bolocco. El refugio ecológico que queda en la misma localidad, del que el ex presidente hizo uso a su antojo, es supuestamente de su amigo Aldo Semino. De hecho, ningún juez rastreó seriamente la fortuna que posee la hija de Menem, que se acerca a los tres millones de pesos, según ella misma admitió hace más de tres años.
Zulemita asegura que su plata proviene de los excelentes negocios que hizo, fundamentalmente con una concesionaria de autos.
En este expediente, Menem fue procesado a fin del año pasado por la Sala II de la Cámara Federal Porteña por “omisión maliciosa” por no incluir en su declaración jurada una cuenta en la UBS (Unión de Banco Suizos) por 650 millones de dólares. Oyarbide le había dictado la falta de mérito porque la Justicia de Ginebra nunca confirmó si el depósito existía. Pero los jueces Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi consideraron que bastaba con las declaraciones del propio Menem, quien había admitido la existencia del dinero en un reportaje a la cadena CNN. El ex presidente dijo que la cuenta la había abierto en 1986 a nombre de Zulema Yoma y Zulemita y que había dejado allí a resguardo los 200 mil dólares que había recibido como indemnización por su detención durante la última dictadura militar. Los intereses –aseguró– habrían hecho que la suma se incrementara hasta llegar a los 650 mil.
El delito de “omisión maliciosa” es excarcelable, por lo tanto, por esta causa, Menem no irá preso. Pero si es condenado puede ser inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos por no respetar una norma que él mismo promulgó cuando su gobierno estaba acosado de denuncias sobre corrupción: la Ley de Etica Pública.
Al procesar a Menem, la Cámara le señaló a Oyarbide que se “mantenga informado” sobre otras posibles cuentas bancarias y “eventuales giros de dinero”. Por eso, el juez viajó a Suiza junto con los investigadores de otras dos causas en las que se intenta llegar a depósitos del riojano en el extranjero: el juez Julio Speroni, a cargo del expediente sobre el contrabando de armas a Ecuador y Croacia, y el fiscal del atentado a la AMIA, Eamon Mullen.
La causa sobre la cuenta en la UBS, en principio modesta, puede provocarle al ex presidente más dificultades de las que esperaba. Desde ahora no puede disponer de los bienes que están a su nombre. Y si su mujer, Cecilia Bolocco, quisiera hacer alguna transacción comercial, podría verse obligada a demostrar que lo hace con dinero propio. Pero, además, el panorama se complicó desde el que el fiscal Carlos Stornelli –reemplazado ahora por su colega Paulo Starc– solicitó que se profundizara la investigación sobre 58 personas del entorno menemista que podrían formar parte de una red de lavado de dinero proveniente de coimas.
Esta tipificación del delito obliga a los jueces suizos a responder los exhortos de sus pares argentinos y complica la situación de ex funcionarios y amigos de Menem.