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La Justicia es lenta pero en este caso finalmente actuó. El ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes fue procesado por fraude al Estado en la causa conocida como Inducuer, por la tramitación de un aval del Banco Nación (BNA) por 77 millones de pesos/dólares para instalar una curtiembre con ese nombre que nunca llegó a funcionar. El procesamiento fue resuelto por el juez federal Norberto Oyarbide y además alcanzó a ocho ex directivos del BNA durante el gobierno de Carlos Menem: Hugo Gaggero, Raúl Sanguinetti, Raúl Fernández, Aldo Dadone, Mario Dadone, Genaro Contartese, César Ochoa y Juan Bautista Rigal Butler. El caso había sido revelado por Página/12 en noviembre de 1999.
A De Santibañes le tocó el procesamiento sin prisión preventiva como supuesto partícipe necesario, en cambio los entonces directivos del Banco Nación fueron procesados como presuntos autores del delito de “administración infiel en perjuicio de la administración pública”. El ex funcionario amigo del ex presidente Fernando de la Rúa siempre intentó despegarse del caso argumentando que se retiró de la sociedad controlante de Inducuer en noviembre de 1990, tres meses antes de que el Nación otorgara el primer aval a la operación. Sin embargo, fuentes del directorio del banco sospecharon de la adulteración de esa fecha en el acta correspondiente. En los hechos, lo reemplazaron su amigo Guillermo Nano y su contador Carlos Adolfo De la Vega. Página/12 pudo saber que los investigadores de Oyarbide comprobaron la falsedad de la defensa del ex jefe de los espías.
La historia de este caso comenzó en noviembre de 1989, cuando el ex jefe de la SIDE, que entonces era un próspero banquero, y Angel David Gorodisch, propietarios del Crédito Argentino, fundaron la sociedad Ferdar que se convertiría en la controlante de Inducuer, una gigantesca curtiembre que iba a procesar 3 mil cueros de vaca por día, fabricaría miles de pares de zapatos y emplearía a 600 personas en dos plantas a erigirse en Lanús y en Florencio Varela. Los socios italianos pusieron como condición de los créditos a tramitar ante el Banco Gottardo y financiera Ultrafin, de Suiza, que en el emprendimiento industrial saliera de garante un banco de primera línea en Argentina. De Santibañes por entonces ocupaba un alto cargo en Adeba y finalmente el Banco Nación salió de aval. Pese a ello, Inducuer nunca alcanzó a ponerse en movimiento y el banco estatal debió hacer frente a sus compromisos ante los prestamistas extranjeros.