EL PAíS
Otros relevos policiales por no acudir al llamado de las víctimas
El gobierno bonaerense removió a dos jefes de la Departamental de Morón, al titular del Comando de Patrullas de Ituzaingó y a dos suboficiales.
Es por su inacción en el secuestro que derivó en el asesinato de un comerciante en Castelar.
El asesinato de Daniel Bogani, ocurrido en Castelar, cuando el comerciante forcejeó con un joven que tenía secuestrada a su hija, tuvo ayer sus primeras consecuencias directas: el gobierno bonaerense relevó a las dos máximas autoridades de la Jefatura Departamental de Morón, al jefe de Comando Patrullas de Ituzaingó y a los dos suboficiales que se encontraban en el móvil que recorría la zona. La purga podría alcanzar al personal de la comisaría 3ª de Castelar. Según informaron fuentes de la investigación a Página/12, los desplazamientos se produjeron por la “inacción ante una denuncia sobre el secuestro de la chica”. Ayer, la hija de Bogani reconoció a través de fotos al supuesto asesino, que sería un muchacho de 19 años con “un largo prontuario”. El delincuente estaría cercado. Los investigadores confían en apresarlo en las próximas horas.
El comisario Ernesto Valdez, a cargo de la Jefatura Departamental de Morón, en cuya jurisdicción fue asesinado el último jueves el comerciante, fue removido al igual que su segundo, el comisario inspector Abel Iopolo. La medida fue tomada por el gobierno bonaerense luego de constatar la existencia de dos llamados telefónicos al Comando policial de la zona en las que se advertía sobre el secuestro de Daniela Bogani, de 21 años, unos 45 minutos antes de llegar a la puerta de la casa de la familia, donde el agresor asesinó a su padre. La policía llegó a la casa, ubicada en Guaminí al 3400, unos veinte minutos más tarde, cuando ya todo había pasado. También fue relevado de su cargo el subcomisario Cejas, jefe del Comando Patrullas de Ituzaingó, quien fue reemplazado por el comisario Norberto García. A partir del martes, con la asunción de León Arslanian como ministro de Seguridad bonaerense, podrían anunciarse nuevas medidas contra la policía de Castelar. En la Jefatura departamental quedó interinamente a cargo el comisario mayor Rubén Bonaiutto.
Mientras tanto, ayer continuaron los allanamientos en la zona de San Alberto, un barrio humilde de Ituzaingó donde viviría el delincuente. En los operativos participaron un centenar de policías bonaerenses. Al cierre de esta edición, todavía no habían encontrado al agresor. Pero fuentes de la investigación aseguraron que “lo tenemos cercado y creemos que en las próximas horas, la policía va a encontrarlo porque sospecha dónde puede estar”.
La causa fue caratulada como “homicidio en ocasión de robo”. Bogani fue asesinado, luego de abrir la puerta de su casa y encontrar a su hija tomada de rehén. La había capturado al ser asaltada junto a otros tres jóvenes en una gomería, donde habían parado para revisar las cubiertas antes de partir de vacaciones a Córdoba, donde pasarían Semana Santa. Al ver la escena, Bogani se tiró encima del delincuente. El joven comenzó a disparar: mató al padre e hirió a la hija en una pierna.
El presunto asesino fue reconocido en fotografías por varios testigos y, según dejaron trascender los investigadores, en la casa de la novia del sospechoso estarían los elementos que el sujeto robó a las víctimas. Su nombre sería Alejandro Jons. El fiscal de Morón Adrián Flores, a cargo del caso, afirmó que el acusado es “muy peligroso”.
Los teléfonos de las comisarías y de los Comandos de Patrullas de la zona de Ituzaingó y Morón, donde se cometió el asalto que luego derivó en el crimen, comenzaron a ser analizados por expertos en comunicaciones para investigar cuánto tardó la policía en intervenir. Ayer, allegados a la familia del comerciante denunciaron que la policía “no hizo nada”, pese a que fue avisada del secuestro con casi una hora de antelación. La denuncia se produjo en medio de las escenas de dolor e indignación que se vivieron ayer en el velatorio del comerciante de 44 años. Los restos fueron inhumados en el Cementerio Colonial de Castelar.
El abogado de la familia Bogani, Claudio Martínez, quien además era amigo de la víctima, sostuvo que “con las hijas y la esposa de Daniel estamos avanzando en la investigación”. “La realidad es que estamos haciendo todo nosotros”, enfatizó el abogado, tras quejarse del accionar de la policía y la fiscalía. “Fui a buscar información a San Alberto, un barrio donde la policía no entra. Los vecinos saben de los delincuentes del barrio y los han denunciado, pero nunca se hizo nada”, señaló. Con los datos obtenidos en el barrio, el abogado realizó un escrito que envió ayer a la fiscalía. Martínez indicó que además del asesino de Bogani, participaron otros cuatro o cinco hombres. Uno de ellos, también llegó a la puerta de la casa del comerciante. “Es como el caso de Axel (Blumberg), pasó por la inoperancia de la policía”, disparó.
Una de las cuatro hijas de la víctima, Yessabel Bogani, pidió a la prensa que desmienta que la familia tiene dinero, tras explicar que su padre era dueño de una pequeña fábrica de bolsitas. “Ahora somos cinco mujeres que quedamos solas y tenemos miedo”, expresó.
Entre los que declararon por esta causa se encuentra una mujer que asegura haber llamado al celular del patrullero encargado de la cuadrícula 6 de Ituzaingó, desde la zona de la gomería, después de ver “movimientos sospechosos”. La hija de Bogani herida en la pierna se recuperaba tras ser intervenida. Ayer declaró que cuando fue secuestrada, el delincuente había dicho que la dejaría a dos cuadras del lugar. Sin embargo, desde la gomería se dirigieron al barrio San Alberto, donde descargaron las pertenencias que los jóvenes llevaban en el auto y luego partieron hacia su casa. Los tres jóvenes que quedaron en la gomería de Ratti y Aguas Buenas, de Ituzaingó, hicieron señas a un patrullero que pasaba y le avisaron que el delincuente probablemente iba con la joven a la casa de ésta, que se encuentra a unas veinte cuadras.
Los cuatro jóvenes habían llegado a la gomería a las 6.50 en el Fiat Uno color negro del novio de Daniela Bogani, Mirko Dugo. Luego de llevarse a la chica y llegar a su casa, el asesino efectuó cinco disparos contra el padre y la hija con una pistola nueve milímetros, de los cuales tres impactaron en el tórax del hombre y uno en una pierna de la chica. Ambos fueron trasladados el Hospital de Morón, donde Daniel Bogani falleció.
Informe: Maricel Seeger.