EL PAíS › RESOLUCION DE LA UBA SOBRE LA CRISIS DE UNA FACULTAD
La ingeniería de demorar
Por J. L.
Aunque no tomó una decisión definitiva, el Consejo Superior de la UBA aprobó una resolución que –todo indica– terminará favoreciendo al consejo directivo de la Facultad de Ingeniería en la pulseada que libra contra el ex decano Bruno Cernuschi Frías. Y, además, la medida implicó una derrota del rector Guillermo Jaim Etcheverry a manos de la mayoría de los decanos y profesores que integran el gobierno de la universidad. Por 19 votos contra 8, en su última sesión, el Consejo Superior (CS) resolvió devolverle a la facultad el expediente que derivó en la destitución del decano para que corrija ciertas irregularidades en el proceso, en especial, la sustanciación de pruebas por parte de Cernuschi ante las acusaciones en su contra.
Cabe recordar que Cernuschi fue destituido por el consejo directivo de Ingeniería a fines de marzo y, como consideró viciado el proceso de remoción, elevó un recurso ante el CS de la universidad. Este debía resolver si fue válida o no la destitución. En rigor, aún no se definió la cuestión.
Apoyado en la opinión de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la UBA y de prestigiosos juristas, el rector había elaborado un dictamen donde declaraba nula la remoción del decano por vulnerar la cosa juzgada (los consejeros de Ingeniería ya habían intentado despedir a Cernuschi el año pasado y habían fracaso al faltarles un voto). Este dictamen sólo fue sostenido por cinco firmas y, en la tensa sesión de la semana pasada, ni siquiera fue discutido, ya que antes se trató el despacho finalmente aprobado con el voto de nueve decanos, cinco profesores de mayoría y minoría, tres graduados de mayoría (radicales), un estudiante de minoría (Franja Morada) y el vicedecano de Ingeniería.
Sólo se abstuvo el decano de Medicina y en contra votaron la mayoría estudiantil (bloque de izquierda), el decano de Filosofía y Letras, el vicedecano de Sociales, un graduado de minoría y un alumno independiente también de minoría.
La resolución aprobada indica “devolver las actuaciones a la Facultad de Ingeniería con la finalidad de que en el plazo de diez días se produzca la prueba ofrecida por el decano separado y se expida el consejo directivo”. A esta conclusión llegaron los consejeros superiores tras considerar que la separación de un decano “debe garantizar el debido proceso y los principios generalmente admitidos en los procesos sancionatorios”. En la sesión del CS se advirtió que algunos consejeros votaron esa resolución para favorecer al consejo de Ingeniería, mientras que otros lo hicieron para ganar tiempo en busca de una salida negociada para la crisis de la facultad.