EL PAíS › LA PUJA JUDICIAL ENTRE DE VIDO Y LA JEFA DEL ARI
Carrió redobla la ofensiva
La ex diputada dijo que podría recusar al juez Canicoba Corral por “su parcialidad” en la causa en la que la denunció De Vido.
Elisa Carrió puso en duda ayer la imparcialidad del juez federal Rodolfo Canicoba Corral –en quien recayó la querella por calumnias e injurias que le entabló el ministro de Planificación, Julio De Vido– y adelantó que “seguramente” lo recusará. “Decir que Canicoba Corral, que era un juez menemista, es independiente es desconocer la realidad del país”, sostuvo la jefa del ARI, quien advirtió que “no hay una Justicia independiente en nuestro país” y que incluso tiene “testimonios grabados acerca de cómo el Gobierno está presionando a las personas hasta para negociar causas”. A los cruces se sumó Hilda “Chiche” Duhalde, quien afirmó: “Esta señora es una máquina de denunciar, a mí me preocupa el nivel dirigencial”.
“Yo voy a probar la verdad y si aún así el juez cree que no pruebo la verdad, iré presa porque de la verdad uno no se rectifica”, señaló Carrió y especuló sobre su futuro en función del magistrado al que le tocó encargarse de la demanda que le inició De Vido. “Como el poder es impunidad, como decía (Alfredo) Yabrán, y a Canicoba Corral yo lo he acusado varias veces de no investigar el tema del Cartel de Juárez y ha tenido pronunciamientos parciales después revocados por Casación en el caso (Pedro) Pou, es previsible que algo puede suceder”, razonó.
Hace meses que De Vido es el blanco central de las críticas de Carrió. La paciencia del ministro de Planificación se agotó cuando escuchó a la chaqueña calificarlo como el “cajero” de Néstor Kirchner. De Vido resolvió entonces querellarla y pidió que los delitos de calumnias e injurias que le atribuye se articulen en “concurso real” –una figura que se utiliza para casos graves y no para hechos de esas características– de modo que la chaqueña no se vea beneficiada con la eximición de prisión.
“Yo no me voy a rectificar”, insistió aún así Carrió y dijo tener “testimonios en mi poder en relación a cómo operó De Vido para recaudar en la campaña de Kirchner”. La ex legisladora recordó que “cajero” es como “se lo llama en Santa Cruz” a De Vido y alertó que la decisión del ministro de judicializar la cuestión es “censura”. “Yo voy a ser la lección para muchos, para que nadie diga nada y nadie hable”, se lamentó la chaqueña, aunque agregó que “hace mucho que yo tomé la decisión de que por una cuestión de dignidad yo no iba a callar” y bromeó con la posibilidad de terminar presa: repitió que ya tiene un “camisón celeste interlock divino” para llevar a la prisión y que como no tiene “privilegios”, allí se encontrará con Giselle Rímolo.
Así como Carlos Menem –a quien defendió semanas atrás en su enfrentamiento con la Justicia– se refería a la oposición como “la máquina de impedir”, Chiche Duhalde tildó a Carrió como “una máquina de denunciar”. Aliada en este caso de De Vido, la esposa de Eduardo Duhalde manifestó estar “muy espantada” y afirmó que la actitud de la líder del ARI “muestra la mediocridad de la dirigencia argentina”. “Si los que se quieren hacer populares se hacen populares en base a la destrucción de otros, ¡pobre Argentina!”, exclamó después.
“Lo de Chiche es lo de menos; es esposa de... Pero (Carlos) Kunkel compró el discurso menemista completo”, reaccionaron allegados a Carrió.
Es que el subsecretario general de la Presidencia no sólo le endilgó “burlarse de la opinión pública” al hacer “denuncias mediáticas” sin “presentar ninguna prueba de esos delitos”: con ironía le aconsejó también “investigar” la causa por la “Masacre de Margarita Belén” durante la dictadura y contar en ámbitos judiciales “todo lo que sabe desde el inicio de su carrera profesional”, cuando era fiscal en la Justicia chaqueña. “Es lo mismo que decía el menemismo”, recordaron en el ARI.
El legislador porteño de esa fuerza Fernando Melillo también trajo a la memoria las prácticas menemistas: dijo que De Vido “hace el mismo show mediático que hacía el menemismo al recurrir a las Justicia ante las denuncias” y consideró “llamativo que persiga judicialmente a Carrió y la amenace con cárcel y no haga lo mismo con los empresarios de las privatizadas que no cumplieron sus contratos”.