EL PAíS
El voto electrónico se viene en la reforma política del Gobierno
El Gobierno presentará el próximo fin de semana su propuesta de reforma electoral que prevé la incorporación de máquinas para votar. La intención es incorporar la nueva modalidad a partir de los comicios del año próximo.
Por Raúl Kollmann
El voto electrónico será parte de la reforma política que el Gobierno presentará a los partidos, diputados, senadores y organizaciones no gubernamentales a partir del fin de semana. La idea es que el año próximo, cuando se elijan los legisladores nacionales en todo el país, ya se utilice. De acuerdo con el sistema elegido, el ciudadano accederá a una especie de cajero automático en el que digitará las opciones que desee y luego, al final, emitirá su voto apretando una tecla. En ese momento, la máquina no sólo computará el sufragio sino que, además, emitirá un comprobante que caerá en una especie de caja interna. De manera que si alguno de los fiscales objeta el resultado, podrá hacerse el recuento en forma manual. En el Gobierno –la implementación del proyecto está a cargo del ministro del Interior, Aníbal Fernández, y del jefe de Gabinete, Alberto Fernández– adelantan que los sistemas que se van a utilizar serán diseñados en el país por técnicos de los organismos oficiales.
El sistema electrónico ya se utiliza en numerosos países, entre ellos algunos vecinos como Paraguay y Brasil. En Venezuela, por ejemplo, la boleta va dentro del sobre, éste se pasa por un lector y sin abrirlo la máquina toma los datos y computa el voto. En otros países directamente no hay comprobante: el ciudadano digita, el voto le aparece en pantalla y con una tecla se hace la confirmación. El sistema que convence al Gobierno, en cambio, consiste en que la máquina compute electrónicamente lo digitado por el ciudadano, pero también emita un ticket en el que consta a qué partido o candidato fue el voto.
Según la mayoría de los especialistas, el sistema electrónico tiene las siguientes ventajas:
- Si los comicios cierran a las 18, en instantes está el escrutinio provisorio de la mesa y en menos de una hora puede estar el resultado en cada provincia. Esto acelera los tiempos, reduce fuertemente el impacto de las encuestas en boca de urna y permite saber en forma rápida quién ganó.
- Se reducen notoriamente las posibilidades de error. Por ejemplo, suele ocurrir que ciudadanos metan en el sobre dos boletas distintas o que corten mal la boleta. La máquina guía al votante, haciendo imposible ese tipo de equivocación.
- El sistema impide, en parte, las maniobras del clientelismo más grosero. El ciudadano no llega, como ahora, a la escuela con un voto listo, doblado y que automáticamente mete en la urna, con el control más o menos cercano de los punteros del caudillo lugareño. El voto electrónico implica que el votante se pare frente a la máquina y tenga que digitar él mismo las teclas para seleccionar los candidatos. Por supuesto que afuera de la escuela correspondiente lo pueden aleccionar y le prometerán beneficios que sólo se le van a entregar si gana el candidato tal, pero frente al cajero automático-urna estará el ciudadano solito.
Respecto de las posibilidades de fraude están quienes dicen que no se agrandan ni se achican, por cuanto el control dependerá de las autoridades de mesa y los fiscales de las distintas fuerzas políticas. Es cierto que en una mesa en que no hay fiscales que controlen y las autoridades juegan a favor de un partido, perfectamente puede ponerse delante del cajero el puntero de una fuerza e ingresar una cantidad de votos a favor de su partido que en la realidad no existieron. Eso mismo se puede hacer actualmente, metiendo en la urna votos de gente que no concurrió a votar. Desde el punto de vista informático, los riesgos son también similares: hoy existen fiscales informáticos que controlan los programas que se aplican, algo que seguirían haciendo con el nuevo sistema.
Según trascendió, la idea que existe en el Ejecutivo es que todo lo concerniente a la tecnología electoral se haga en el país, empezando por el software e incluso las máquinas. Se habla de la participación del Instituto de Tecnología Industrial y de distintas universidades, perohabrá que ver si llega a tiempo: por de pronto, viene una ronda de consultas sobre el proyecto, después se necesitan dos tercios de los votos en el Congreso para aprobar cualquier modificación del sistema electoral y finalmente todo tendrá que estar listo e implementado para los comicios del año próximo.