EL PAíS › SE ARMO UN SUB-BLOQUE K, DE 52 DIPUTADOS, EN LA CAMARA BAJA
Una respuesta a la visita de Duhalde
Ahora constituyen el grupo más grande dentro de la bancada del PJ. A fin de año pelearán por la presidencia de la Cámara.
Por Felipe Yapur
Podría considerarse una pelea de guapos, pero no, es una disputa por el poder. Y el poder también se expresa en el control del Congreso. Eduardo Duhalde llegó el martes hasta la Cámara baja para demostrar que es el jefe, el que les ordena a Eduardo Camaño y a los 35 legisladores bonaerenses que forman parte del bloque justicialista. La reacción no se hizo esperar. Con un guiño de la Rosada, los diputados kirchneristas anunciaron que conformarán un sub-bloque que cuenta con 52 integrantes. De ahora en más la disputa será frontal. Seguro que habrá escarceos, riñas, pero sin duda la gran pelea se producirá en diciembre, cuando los K busquen quedarse con la presidencia del cuerpo.
El kirchnerismo en Diputados no había conseguido unificarse desde que en diciembre se renovó la Cámara baja. De hecho, los nuevos legisladores que llegaron luciendo su condición K no se habían unificado con los considerados protokirchneristas del grupo Talcahuano. Incluso tuvieron serias divergencias por la decisión de estos últimos de insistir con su denuncia de la existencia de sobresueldos en el bloque. Sin embargo, fue el duhaldismo el que consiguió que se limen las asperezas.
En rigor de verdad, fue el propio Duhalde el hacedor de esta unificación cuando el martes pasado se presentó en el despacho de Camaño. No sólo los legisladores K, también los habitantes de la Casa Rosada consideraron esa presencia como una demostración de fuerza que no se podía dejar de lado.
Los legisladores que responden de manera incondicional al Presidente lanzaron entonces un comunicado, una especie de documento donde dan cuenta de su respaldo a la Ley de Coparticipación Federal que impulsa el Gobierno y donde llaman a “romper definitivamente con la lógica de distribución de recursos basada en viejas concepciones y criterios, los que determinaron este país macrocefálico y desintegrado”. Sin duda, un claro mensaje para sus otroras aliados bonaerenses.
El que se animó a explicar cuál es el objetivo de este grupo fue el tucumano Ricardo Falú. “Hay un sector del bloque que promete un acompañamiento crítico; nosotros, en cambio, queremos trabajar sin reservas ni preconceptos, queremos manifestar nuestro claro apoyo y adhesión al Gobierno, queremos ser real y francamente oficialistas”, dijo en referencia a la decisión de los duhaldistas de hacer “oficialismo crítico”.
Por ahora no habrá más expresión pública que el documento dado a conocer. Tiene previsto volver a reunirse la semana próxima y, luego de que Kirchner regrese de su viaje por China, mantener el primer encuentro con su líder político. De todas formas y por más que la representación K se reunificó y superó en número a los 35 duhaldistas, no es posible decir que es un grupo homogéneo. A la media docena de Talcahuano que subsiste y los kirchneristas que llegaron por pedido expreso del Presidente, se les suma un grupo de legisladores que tienen en sus espaldas adhesiones políticas bastante lejanas a la que expresa el gobierno nacional. El caso más paradigmático es la santiagueña Nélida Palomo, una de las que combatió a capa y espada la intervención de su provincia. Era una de las incondicionales de Carlos Juárez y Mercedes “Nina” Aragonés de Juárez. También forma parte de este nuevo grupo el ex gobernador misionero y ex senador Julio Humada, un hombre que fue desplazado primero por Ramón Puerta y ahora por el kirchnerista Carlos Rovira de la conducción provincial.
Por ahora no está definido quién será el conductor de este sub-bloque. “Es un grupo muy horizontal y ninguno puede decir que tiene ascendencia sobre todos. Esto seguramente lo definirá el Presidente”, confió a este diario una de las diputadas K. También por ahora seguirán respaldando laconducción del bonaerense José María Díaz Bancalari en el bloque. Y es por ahora porque hay entre los kirchneristas una creciente desconfianza para con Bancalari. Si bien reconocen que hasta ahora el jefe del bloque se portó correctamente y que llevó adelante sin inconvenientes la condición de elegido por la Rosada para comunicar sus decisiones. Sin embargo, consideran que los tiempos se aceleraron y que la disputa entre Kirchner y Duhalde está a pleno, por lo tanto –como aseguró una kirchnerista “paladar negro”– Bancalari “deberá elegir: o se suma al proyecto kirchnerista o se queda con su tradicional y antiguo jefe”. En buen romance quiere decir que Bancalari no puede servir a dos señores.
Con este nuevo sub-bloque, la bancada del PJ quedará ahora dividida en tres partes. Por un lado los contendientes y en el medio quedó un sector de legisladores que responden a sus jefes políticos provinciales como ocurre con los cordobeses y santafesinos. En general estos legisladores tienen una buena comunicación con los duhaldistas. El tema está en si José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann se sumarán al grupo bonaerense. Hace poco y cuando la pelea entre Felipe Solá y el Ejecutivo estaba a pleno, ambos dirigentes tuvieron declaraciones contrarias a las pretensiones de Buenos Aires. Claro está que Solá no es Duhalde.