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Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur

No hay declaraciones públicas. Todas son voces ocultas, soterradas pero fundamentalmente gestos que dan cuenta de que la alianza entre Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner está rota. La más notoria de estas señales fue sin duda el desagravio al ex presidente que se votó en la Cámara alta y que la semana próxima los duhaldistas pretenden repetir en Diputados. “Lo del Senado, más que un apoyo a Duhalde fue una cachetada a Kirchner”, reconoció a Página/12 uno de los diputados más duhaldista del Congreso.
Más cerca del oficialismo le restan importancia a la iniciativa respaldada por trece senadores del PJ. “Lo de Duhalde no tiene nada que ver con el malestar en el bloque”, confía un importante parlamentario de la Cámara alta. Aunque pretendió minimizar la lectura que los medios hicieron del gesto, reconoció las diferencias. El malhumor tiene datos concretos. Hasta el momento el dictamen para respaldar el ingreso de Carmen Argibay a la Corte Suprema tiene tan sólo cuatro firmas. Lejos de las ocho necesarias. Por lo pronto, y mirado con optimismo, ya hay cerca de seis senadores peronistas que votarían en contra. Entre ellos, los pampeanos Rubén Marín y Silvia Gallego; el riojano Eduardo Menem; el bonaerense Antonio Cafiero, la puntana Liliana Negre de Alonso y el formoseño Miguel Mayans.
Los cálculos de los duhaldistas son más dramáticos y señalan que “hay doce senadores del PJ que en el recinto no acompañarían a Argibay”. Esto no quiere decir que el pliego se encuentre cerca del naufragio. Dentro del oficialismo confían con el apoyo de los radicales a la jurista. Otro de los puntos que dan cuenta del malestar dentro del bloque peronista del Senado es el proyecto de Responsabilidad Fiscal, remitido por el Gobierno y pedido por el Fondo Monetario. “Acá hay un teléfono descompuesto”, confía a este diario un legislador del oficialismo que comenta que las negociaciones que el Ejecutivo viene manteniendo con los gobernadores no se traduce en el respaldo de los senadores.
El enojo por el respaldo a Duhalde se hizo notar. Desde China el Presidente se comunicó con uno de sus hombres de confianza para que le explique los pormenores del hecho. En los pasillos del Senado desde primera hora de la mañana del miércoles se comentó la existencia de un proyecto firmado por la hiperduhaldista Mabel Müller y por Menem. Ese escenario les puso los pelos de punta a los hombres del kirchnerismo. Así fue que otro riojano, Jorge Yoma, presentó una iniciativa más lavada. La firma de Yoma alejó definitivamente a la de Menem.
“Esto lo tiene que resolver el peronismo”, dijo el titular de la bancada radical, Mario Losada, cuando el tema se trató en la reunión de Labor Parlamentaria. Pichetto recomendó que no se llevara el proyecto al recinto. Fue Müller la que trajo la iniciativa a las bancas en el mismo momento en que el jefe de Gabinete daba su informe bimestral. Fue Pichetto el que presentó oficialmente la solidaridad con Duhalde como si se tratara de una política del bloque. El fantasma más temido son las iniciativas que esperan su turno para bajar al recinto.
Aunque los duhaldistas hablan de tregua, en la Cámara baja se alienta una medida similar a la que aprobó el Senado, con la firma de uno de los suyos: Domingo Vitale. “En el mismo momento en que el diputado Oscar Rodríguez argumentaba en contra de la interpelación a Beliz, pedida por la oposición, el ministro lo vinculó con los asesinatos de Kosteki y Santillán”, se quejó ante este diario uno de los referentes duhaldistas en Diputados.
Los diputados K no están tranquilos. Miran los acontecimientos y sienten que la guerra con el duhaldismo está cada vez más cerca. “Ellos ya lo saben, si nos mojan la oreja nosotros responderemos”, aseguró uno de los representantes del sub-bloque kirchnerista. La idea, al menos hasta ayer por la tarde, era actuar por reacción, esperar que el duhaldismo mueva una ficha. El duhaldismo ya lo hizo. Habrá que ver cuál es la actitud de los K a partir de la próxima semana.