EL PAíS › ACCIONISTAS DE LA EMPRESA ALEMANA PIDEN EXPLICACIONES
La memoria de Mercedes Benz
En una asamblea de la empresa, la Asociación de Accionistas Críticos pedirá hoy que designe al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel para investigar el rol de esa compañía en la represión.
Catorce operarios de la planta de Mercedes Benz en González Catán desaparecieron durante la última dictadura militar. En Nuremberg, la Justicia está investigando el rol que jugó un ex gerente de la fábrica en estos crímenes y en La Plata se intenta conocer qué ocurrió con las víctimas y victimarios. Hoy la empresa recibirá un nuevo reclamo, esta vez desde adentro. La Asociación de Accionistas Críticos de Daimler-Chrysler (KADC) pedirá al consorcio que nombre una comisión, presidida por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, para investigar los vínculos de la compañía con la represión ilegal.
La semana pasada, al declarar en el juicio por la Verdad que se realiza en La Plata, Rubén Pablo Cuevas, ex gerente de Mercedes Benz, negó haber “entregado” a los empleados desaparecidos. Sin embargo reconoció algunos hechos que demuestran que la empresa cooperó con los militares. Aseguró, por ejemplo, que Mercedes Benz donó equipamiento neonatológico al hospital militar de Campo de Mayo, donde nacieron niños en cautiverio que fueron apropiados y cuyas madres fueron asesinadas. También admitió que durante el Mundial de 1978 “la firma cedió al Comité organizador 25 ómnibus y 55 autos para el traslado de las delegaciones”.
Los accionistas críticos reclamarán en la asamblea general de la empresa, que se realizará hoy en Berlín, una investigación profunda sobre el rol de los empresarios durante la represión ilegal. Pedirán también que se aclare si una parte del dinero destinado al pago del rescate de Heinrich Metz –un directivo que fue secuestrado por Montoneros– fue a parar a los bolsillos de sus colegas.
“Están haciendo este reclamo hace dos años y ahora todo dependerá del pleno de la asamblea”, aseguró Esteban Cuya, de la Coalición contra la Impunidad, que impulsa los juicios por los desaparecidos de origen alemán. Los críticos piden hace tiempo que el consorcio debata sobre cuestiones políticas y moralmente reprochables como los vínculos de Daimler con la dictadura en Argentina o con el régimen del apartheid en Sudáfrica. Walter Schwenninger, un ex diputado del Partido Verde que forma parte de los accionistas rebeldes, anticipó a Página/12 que hablará en la asamblea de la posición de Mercedes Benz en Sudáfrica. “Durante el apartheid se fabricaron camionetas para las Fuerzas Armadas. La empresa ganó plata y ahora ese pueblo tiene que pagar su deuda externa. Queremos que la firma done la plata que ganó para un fondo de las víctimas. También quisiera saber cuántos dólares recibió Mercedes Benz –ahora Daimler Chrysler– de la Argentina durante la dictadura y qué hizo en estos últimos tiempos para ayudar a la justicia que investiga a Tasselkraut”, afirmó.
Juan Rolando Tasselkraut es un gerente de Mercedes Benz que está imputado en el juicio que se está realizando en Nuremberg. Su nacionalidad alemana permitió que las familias de los desaparecidos argentinos –sólo uno era de origen germano– pudieran litigar en ese proceso.
Héctor Ratto, un operario que estuvo desaparecido durante 19 meses, acusó a Tasselkraut en sus declaraciones ante la Cámara Federal de La Plata y el consulado alemán. Ratto fue secuestrado dentro de la fábrica el 13 de agosto de 1977. “A la noche vino el gerente y me dijo que había venido a buscarme una gente de civil. Permanecí un rato en la oficina del gerente, Tasselkraut, en donde había dos personas de civil que se identificaron como policías. Escuché que les daba el domicilio de Diego Núñez, otro trabajador que secuestraron ese mismo día”, narró. Ante la Cámara de La Plata, el empresario lo negó “absolutamente”.
Ratto y Juan José Martín fueron los únicos dos trabajadores secuestrados que sobrevivieron a su cautiverio. Este último estuvo desaparecido en la Brigada de Investigaciones de San Justo. “Ahí me vendaron los ojos, me ataron las manos en la espalda y me dieron shocks eléctricos mientras me preguntaban cosas de la fábrica”, aseguró.
En esa época el jefe de la Brigada era Rubén Luis Lavallén. El mismo que se apropió de una hija de desaparecidos y fue jefe de seguridad de Mercedes Benz.