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No será mucho, pero en medio de las intrincadas negociaciones que lleva adelante el Gobierno con el FMI, el presidente Eduardo Duhalde consiguió ayer que siete diputados le expresaran su “compromiso de consolidar el proceso de transición” que encabeza. Esto incluye, para beneplácito de Duhalde, un apoyo a las leyes que impulsa el Ejecutivo. Al menos así lo hicieron saber los miembros del pequeño bloque del Frepaso que preside Darío Alessandro luego de la reunión con Duhalde en la residencia de Olivos.
La cercanía del Frepaso oficialista, como se los comenzó a denominar desde que se separaran de sus colegas que hoy conforman el bloque del Frente Grande, no es una novedad. La bancada que preside Alessandro se alineó con Duhalde desde que comenzó a sonar su nombre como reemplazante del renunciado Adolfo “el breve” Rodríguez Saá. De hecho, uno de sus hombres –Juan Pablo Cafiero– integra el gabinete nacional. El encuentro de ayer fue una nueva prueba de ese alineamiento.
Al término de la reunión, Alessandro se mostró conforme con lo conversado con el Presidente y optimista con respecto al futuro: “Está trabajando bien para alcanzar un proceso económico diferente al que había”, dijo. Reconoció también que “los primeros meses de la transición son dificultosos”, aunque confió en que “se pueda salir adelante”.
El jefe de la bancada llegó acompañado de sus colegas Nilda Garré, Rodolfo Rodil, Araceli Méndez de Ferreyra, María Cristina Zuccardi y Alejandro Filomeno. El Presidente buscó darle importancia a la reunión y los recibió junto al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli; los viceministros de Economía, Jorge Todesca, y de Gabinete, Juan Pablo Cafiero; además del titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño.
Según Alessandro, lo que más le preocupó al grupo era dejarle bien en claro al Presidente que el proceso de transición que encabeza “debe ser pacífico, ordenado y provocando el menor daño social posible”. Una frase que le dio pie a Duhalde para brindarles detalles sobre el plan social que está implementando. Esto les permitió también a los legisladores solicitarle que, al mismo tiempo, se ponga en marcha “un plan de reactivación económica en el que es muy importante la obra pública y la construcción de viviendas”. El frepasista sostiene que el dinero para financiar este plan puede provenir tranquilamente de las retenciones a las exportaciones.
Pero este no fue el tema principal. A Duhalde le preocupó más saber cuál iba a ser la posición de los frepasistas frente a la agenda parlamentaria que acordó la semana pasada con su legisladores del PJ y que, dicho sea de paso, le exige el FMI para destrabar una incierta ayuda económica.
El Presidente se tranquilizó cuando escuchó del Frepaso oficialista su disposición a avanzar en el tratamiento de leyes conflictivas como la de quiebra y fundamentalmente la de subversión económica. Alessandro se preocupó en aclarar que en esta última se inclinan por la modificación y no la derogación. Eso sí, advierte que “la modificación no debe significar la impunidad de aquellos que hoy enfrentan causas por esta norma”.
En el único punto en que no estuvieron de acuerdo es en la decisión del bloque frepasista de acompañar el proyecto, que impulsan incluso diputados justicialistas, de recomendar al Ejecutivo que se abstenga de votar en contra de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. “Espero que el Gobierno reconsidere su posición”, dijo Alessandro, aunque no cree que ello ocurra, sobre todo por la incidencia que tiene Estados Unidos en la negociación con el Fondo.