EL PAíS › KIRCHNER ENVIO MENSAJES AL PJ Y A LA OPOSICION

¿De qué diluvio me hablan?

Esta vez, el discurso del presidente Kirchner también apuntó hacia adentro del PJ. “Muchas veces los desencuentros nos trajeron dolor de cabeza”, dijo ayer en Chacabuco.

En la última semana, la palabra “diálogo” fue escalando posiciones en el discurso oficial. Y el acto que el presidente Néstor Kirchner encabezó en la localidad de Chacabuco acompañó esa tendencia. “Hay que trabajar por arriba de cualquier divisa partidaria”, dijo el Presidente. Pero, al mismo tiempo, introdujo un elemento que hasta el momento había estado casi ausente en medio de esta apertura dialoguista del Gobierno: la necesidad de no desatender las cuestiones propias del PJ. “Muchas veces los desencuentros partidarios nos trajeron dolor de cabeza”, aseguró. Una extensa nómina de intendentes y legisladores bonaerenses lo escuchaban, en un ámbito que sirvió para que el justicialismo provincial desarrollara de manera subrepticia un nuevo capítulo de su batalla interna.
Aunque recién era el mediodía, todo Chacabuco tenía un aire de siesta. El frío, el día espantoso y el feriado por el cumpleaños 139 de la ciudad parecían conspirar para que las calles estuvieran desiertas. Los únicos que decidieron salir de sus casas fueron los que llenaron el polideportivo del Club Atlético Porteño, donde se desarrolló el acto por este nuevo aniversario, con la presencia especial del Presidente. “Vamos, aplaudan, que nos mira todo el país en vivo”, alentaba desde el escenario un locutor local, minutos antes de que subieran Kirchner y la gran cantidad de funcionarios nacionales y provinciales que lo acompañaron.
La visita del mandatario contó con todos los condimentos habituales de sus viajes al interior: cientos de pobladores locales querían acercarle mensajes, cartas y palabras de apoyo, mientras Kirchner se sumergía entre ellos. Luego, el joven intendente justicialista, Rubén Darío Golia, le entregó la llave de la ciudad, y se firmaron convenios de obras públicas entre el gobierno municipal y la Nación.
Aunque el acto en el centro de deportes local duró menos de una hora, fue suficiente para que el Presidente descargara algunas críticas contra “los que esperan que fracasemos”. “Todos los días anuncian posturas apocalípticas diciendo que se viene el diluvio. ¿Qué diluvio?”, dijo en tono bajo Kirchner, apuntando hacia la terminología habitual de la titular del ARI, Elisa Carrió. Hubo otras referencias más directas, siempre sin dar nombres. “Los mismos que formaron parte de un gobierno y que se escaparon en un helicóptero de la Casa Rosada nos quieren decir lo que hay que hacer”, señaló. “Esas personas –dijo– tienen que dejar de hacerse los distraídos y hacer una fuerte autocrítica. Son los que sueñan con tratar de volver al poder para quedarse definitivamente con la Argentina.”
Con estas palabras, el Presidente delimitó el territorio antes de abordar el segundo eje de su discurso: la apertura hacia los sectores opositores planteada en los últimos días desde la Rosada. Quedó claro que ni Carrió ni el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, serán parte de ese foro. “Estamos abiertos de par en par al diálogo, pero ellos no saben qué es lo que hay que hacer, ni quieren que las cosas salgan bien”, señaló.
En línea con esta postura adoptada por el Gobierno desde hace algunos días, Kirchner se refirió –aunque tibiamente– al diálogo necesario en el interior del PJ, y a la necesidad de superar las disputas partidarias que “muchas veces nos trajeron dolor de cabeza”. El mandatario no estuvo solo en la larga mesa dispuesta sobre el escenario. A su lado estaban los ministros del Interior, Aníbal Fernández; de Planificación, Julio De Vido; de Defensa, José Pampuro, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Pese a que se trató de un acto bonaerense, el gobernador Felipe Solá no participó de la visita. Su lugar lo ocupó la vice Graciela Giannettasio, que dio claras señales de respaldo hacia Kirchner. “Tenemos que acompañar su proyecto –aseguró– porque este Presidente no habla para la pequeña burocracia ni para los que dominan sino para el pueblo.”
La presencia de Giannettasio –única representante del Ejecutivo platense–, la gran cantidad de intendentes del conurbano –el territorio más hostil para el felipismo a la hora de construir espacios propios–, la asistencia del titular del bloque de diputados, José María Bancalari –unode los hombres que aspira a controlar el PJ provincial– y la del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Osvaldo Mércuri, no fueron datos menores para el duhaldismo de la provincia.
Durante toda la tarde, algunos hombres alineados con el ex mandatario intentaron exhibir la foto del escenario de Chacabuco como “un claro gesto de apoyo” de Kirchner hacia la fórmula Duhalde-Díaz Bancalari, en vistas de las elecciones internas de fin de año en las que deberán enfrentar las aspiraciones de Solá de quedarse con el PJ provincial. Cada gesto, cada palabra expresados en esta visita presidencial fueron presentados por lo bajo como guiños desde el Ejecutivo por parte del duhaldismo, que no quiso desaprovechar la ausencia del gobernador.

Informe: Alfredo Ves Losada.

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Como ya es costumbre en sus incursiones por las provincias, Kirchner buscó el contacto con la gente.
 
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