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El cardenal Jorge Bergoglio expresó ayer la preocupación de la Iglesia por la inseguridad. En medio de las tradicionales celebraciones de San Cayetano (ver página 19), el arzobispo de Buenos Aires dedicó algunos párrafos de la homilía que ofreció frente a miles de fieles a los casos de secuestro que se registraron durante los últimos días. Lo mismo hizo el obispo auxiliar porteño, Jorge Lozano, quien manifestó que “nos agrede mucho que algunos jóvenes sean secuestrados y no aparezcan o que mueran víctimas de la violencia o cosas oscuras”. De esta manera, ambos prelados transmitieron públicamente las inquietudes generadas en el ámbito eclesiástico por “la ola de violencia”. En la misma línea, destacaron ante quienes peregrinaron hacia el barrio de Liniers la necesidad de “recuperar para los jóvenes, que son la esperanza, la herencia del pan y del trabajo que nos hace recuperar la dignidad”. Lozano destacó además la necesidad de “no bajar los brazos ni caer en la desilusión frente a tanta injusticia, miseria y violencia”.