EL PAíS
Tranquila y con tiempo, Carrió teje escenarios para lucirse en la Capital
Con su estrategia marcada –será candidata en la Ciudad, no habrá alianzas–, la líder del ARI recorre el país, enseña en su instituto y sueña con una clara victoria sobre el Gobierno, pensando en el 2007.
Por José Natanson
Está tranquila, contenta con el Instituto Hannah Arendt. Dedica su tiempo a dar clases, escribir y viajar por el país para apuntalar el ARI. Elisa Carrió piensa poco en su candidatura a diputada por la Capital en las elecciones del año que viene. Pero piensa, y cuando lo hace se ilusiona con una posibilidad: que su principal rival no sea Rafael Bielsa o algún otro funcionario del Gobierno, sino Cristina Fernández de Kirchner.
La campaña
Un mes y medio atrás, la tensión entre Kirchner y el duhaldismo creó la sensación de una confrontación inevitable, cuya pieza maestra era la candidatura de la primera dama en la provincia de Buenos Aires. Con el paso de los días, sin embargo, la disputa fue aflojando y el acuerdo no parece hoy una hipótesis tan lejana. El foco se volvió a la Capital: aunque aún no hay nada definido, las figuras de Mauricio Macri y Carrió asoman como los principales desafíos al Gobierno.
“Están nerviosos. No saben si se presentan en la Capital, en la provincia. Cambian de táctica todo el tiempo”, dice Carrió a sus íntimos. Aún no comenzó a planificar la disputa, no tiene un equipo de campaña y la verdad es que no le dedica mucho tiempo. Pero analiza los escenarios posibles y llega a algunas conclusiones. “Si Cristina se presenta en Capital, Kirchner va a jugar todo el peso del Gobierno, de los medios. Va a ser una pelea desigual”, sostiene Carrió. Pero a continuación hace cuentas, y concluye que quizá sea lo más conveniente, por una serie de razones.
En primer lugar, el duelo le daría a la líder del ARI chances para consolidar un escenario de polarización con el Gobierno. “Lilita planteó desde un primer momento una postura muy clara de oposición. En los primeros meses tuvo que pagar muchos costos, pero al cabo de un año y medio, con Kirchner volviendo al PJ, con los ministros sacándose fotos con los gordos de la CGT, está claro que la decisión fue correcta. La campaña es una buena oportunidad para demostrarlo”, explican cerca de Carrió.
El escenario, aseguran, terminaría beneficiándola. “Cristina puede sacarnos un porcentaje de votos progresistas, quizá pueda obtener un 5 o 7 por ciento más que Bielsa u otro candidato. Pero la figura de Lilita es fuerte. Tiene presencia en los medios y una relación directa con una parte importante de la sociedad. Lo más probable es que sea ella que encarne el voto opositor al Gobierno”, sostiene un dirigente cercano a Carrió. Y calcula: “Si se confirma la polarización van a votarla muchos progresistas y también muchos sectores antiperonistas, votantes de centro e incluso de derecha. Puede que termine ganando en Recoleta”, agrega.
Proyecciones
Carrió no muestra demasiada ansiedad. “La ventaja es que nosotros ya tomamos las decisiones, que son básicamente dos: el ARI no va a hacer alianzas y yo me voy a presentar en la Capital”, explica la ex diputada. No son datos menores. La primera definición implica descartar cualquier posibilidad de acercamiento con Ricardo López Murphy –una idea que en el ARI dicen que nunca se analizó, jamás– o de acuerdos con otros partidos. En Santa Fe, por ejemplo, el partido de Carrió se presentará solo, lo que implicará enfrentar casi seguro a Hermes Binner para diputado.
Pero la mayor expectativa está colocada en la disputa porteña. La posibilidad de que Cristina se presente en la Ciudad se confirmaría sólo si el Gobierno y el duhaldismo llegan a un acuerdo en la provincia de Buenos Aires. En este caso, todo indica que el peronismo bonaerense unificado se impondría fácilmente y que la atención pública se desviaría automáticamente a la Capital, con dos escenarios posibles. El primero es de derrota. “Vamos a decir que nos ganó el Gobierno con todo su aparato, con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, con todo el peso de Kirchner. Pero igual vamos a hacer una buena elección, a meter varios diputados, legisladores porteños, a ampliar la base institucional del partido”, explican en el ARI.
El otro es la victoria. Si Carrió triunfa, se consolidaría como la gran líder de la oposición y quedaría en un inmejorable lugar para las elecciones presidenciales del 2007. El efecto –se entusiasman en el ARI– se potenciaría si la derrotada es Cristina.
Planes
Mientras, Carrió sigue trabajando en la consolidación de su instituto, que cuenta con 1500 alumnos en la Capital y más de mil en Rosario, y se dedica a viajar por el país para apuntalar la construcción del ARI: el viernes pasado, por ejemplo, estuvo en Corrientes. Como parte del intento para darle un impulso definitivo a su partido, la ex diputada tiene agendadas una larga serie de actividades antes de fin de año. El sábado que viene cerrará el segundo congreso del ARI bonaerense, en septiembre participará de la reunión de mujeres de su partido y, poco después, del lanzamiento del Foro Educativo, una convocatoria a diferentes sectores sociales para elaborar un proyecto de cara a las elecciones del año que viene. La idea es que se transforme en la plataforma de lanzamiento de Marta Maffei como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires.
Más tarde, en octubre, el ARI realizará en Mar del Plata una reunión de dirigentes en la que se definirán una serie de cuestiones (la carta orgánica, el organigrama de autoridades) de cara al congreso nornalizador, que se concretará en octubre en la Capital y en la que el partido –por ahora con status provisorio– quedará formalizado como una fuerza política nacional. En aquella oportunidad se elegirá una mesa de conducción: aunque aún no está definido quiénes la integrarán, Carrió ya anunció que no prefiere ceder la jefatura a algún dirigente que pueda dedicarse full time el cargo, mientras ella continúa trabajando en el instituto y se prepara para la campaña.