EL PAíS › OPINION

Esperanza

Por obispo (E) Aldo M. Etchegoyen *

Una primera explosión y de la Embajada quedaron sólo escombros.
No fue eso suficiente para el terror, dos años después otra explosión, más escombros y de lo que fue la AMIA, destrucción.
Lágrimas, dolor y angustia.
Muchos salmos fueron cantados en las sinagogas y en las iglesias se elevaron las plegarias pidiendo consuelo para tantas familias que habían perdido lo que amaban.
Todos fuimos sacudidos por tanta barbarie.
Mientras tanto, la verdad había quedado entre los escombros.
En ese momento, la mentira y la corrupción se daban la mano para comenzar a tejer la trama de la impunidad.
En esa trama se involucraron funcionarios de gobierno y políticos, jueces y fiscales, policías y servicios llamados de inteligencia.
Desaparecieron pruebas, corrió el dinero comprando voluntades, vinieron testigos falsos y se confundió el camino de la ley y el derecho.
Concentraciones, marchas y reclamos buscando verdad y justicia no fueron suficientes.
La mentira y la corrupción siguieron tejiendo la trama.
La comunidad judía tuvo que acostumbrarse a vivir detrás de los pilotes como si ellos fueran los culpables.
Pasaron días y semanas, meses y años... Hoy el vacío de la nada.
La mentira y la corrupción habían logrado su impune propósito y la verdad continuaba siendo escondida.
Así como la verdad es el fundamento de la Justicia, la mentira y la corrupción son los fundamentos de la impunidad.
Hoy tenemos las manos vacías de Justicia. La ley y el derecho han sido heridos profundamente.
Más dolor y frustración en cientos de corazones, mientras tanto, la mentira, la corrupción y la impunidad se ríen y hacen fiesta. Risa siniestra y fiesta macabra.
¡Sí! es preciso silenciar esa risa y arruinar esa fiesta. ¿Será posible hacerlo?
¡Sí! transitando ahora el camino de una firme esperanza tejida de más reclamos y movilización.
¿Habrá jueces y funcionarios judiciales comprometidos con la verdad y la Justicia? ¿Habrá gobernantes honestos y audaces?
¿Habrá policías capaces e incorruptibles?
Todos estamos a prueba, juntos somos desafiados a romper la trama de la impunidad para que la verdad renazca de los escombros y la Justicia corra como impetuoso río.

* Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

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