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“Voy a aguantar el chubasco y que Dios me ayude”, se sinceró ayer el gobernador de San Juan, Alfredo Avelín, y vaya que lo va a necesitar. Por lo pronto, después de una reunión que mantuvo con el presidente Eduardo Duhalde mientras los estatales sanjuaninos que no cobran desde enero paralizaban la administración provincial con la toma de casi todos los edificios públicos, el gobierno nacional confirmó que saldrá a socorrerlo con un millón de pesos de ATN y con casi trece millones de Lecop. Pero ese auxilio es pan para hoy y hambre para mañana, porque ni siquiera le alcanza para pagar todos los salarios que adeuda y los empleados públicos de la provincia anunciaron que continuarán su paro por tiempo indeterminado hasta tanto no cobren.
No por nada Avelín se fue de la Casa Rosada con una ayuda que si bien no es toda la que necesita –el mismo gobernador señaló a Página/12 que “puede ser que alcance para pagar todo el mes de febrero”–, le da algo de oxígeno para enfrentar la crisis social: el propio Duhalde admitió que la situación en San Juan “es muy difícil” y la incluyó entre las “provincias quebradas, así como está quebrado el sistema financiero”.
En el Gobierno empezaron a seguir con preocupación el escenario planteado en San Juan el martes, cuando los estatales provinciales lanzaron una huelga por tiempo indeterminado y tomaron los principales edificios públicos. Frente a ese panorama, el ministro de Economía sanjuanino, Ricardo Ortiz, viajó ese mismo día a Buenos Aires y se entrevistó con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, para solicitar ayuda.
Ayer a la mañana Gabrielli recibió directamente a Avelín y a esa altura el auxilio era todavía más necesario que el día anterior: los empleados públicos sanjuaninos estaban tomando ya la Casa de Gobierno y la Legislatura provincial, donde hubo rotura de vidrios en puertas y ventanas y los manifestantes corrieron una combi en la que varios legisladores abandonaron el edificio por una puerta lateral. Además, ocupaban distintos ministerios y numerosos hospitales, en los cuales los servicios quedaron paralizados, y las escuelas continuaban sin actividad como consecuencia del paro por tiempo indeterminado de los maestros.
Avelín se reunió con Duhalde recién por la tarde, aunque por la mañana hablaron un par de veces por teléfono y el Presidente formuló una declaración que echó por tierra la versión sobre la posible intervención de la provincia: destacó que el gobernador “está luchando permanentemente, tratando de tener fondos”. También el titular del bloque de senadores del PJ y titular de ese partido en San Juan, José Luis Gioja, sostuvo que “queremos que a Avelín le vaya bien” y aseguró que el peronismo “ayudará al gobernador a que gobierne y se lo apoyará en lo que sea posible”.
“Duhalde me acompañó en mis conceptos y me dio un respaldo”, destacó Avelín. Con la ayuda asegurada –ocho millones de Lecop y el millón de pesos de ATN estarían en la provincia entre hoy y mañana– el gobernador garantizó, además, a los gremios estatales que los empleados públicos cobrarán sus haberes y se comprometió a que “todo el dinero que llegue a la provincia será destinado a pagar sueldos”.
Sin embargo, los estatales ratificaron la continuidad de la huelga. “El gobierno muchas veces nos ha prometido cosas y después no las han cumplido. Por eso vamos a esperar que se concreten todos estos anuncios, antes de levantar ningún paro”, declaró el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) local, Hugo Leglise.