EL PAíS
“Esto fue una cadena de situaciones desafortunadas”
Así calificó el embajador de Chile la situación generada por el pensamiento del canciller de su país. Ratificó que el viaje de Kirchner está suspendido. Walker volvió a pedir disculpas.
El embajador chileno en la Argentina, Luis Maira, trató de dar por superada la controversia planteada por la designación de Ignacio Walker como canciller de su país, pero admitió que la visita que Néstor Kirchner tenía previsto realizar a Chile en noviembre se encuentra suspendida: “Está en lo que la Cancillería argentina llama técnicamente stand by; o sea, en compás de espera”, precisó el diplomático. El propio Walker buscó también apaciguar los ánimos y reiteró sus “más sinceras disculpas” por haber calificado tiempo atrás al peronismo como un movimiento autoritario, fascistoide y corrupto. La decisión de la Casa Rosada, de todos modos, sigue siendo la misma que Página/12 hizo pública el último sábado: por ahora Kirchner no tiene en sus planes viajar a Santiago.
Maira se refirió al conflicto que generó el nombramiento de Walker como una “cadena de situaciones desafortunadas que tenemos que superarlas”. “Hay un infortunio en el hecho de que el único artículo que el actual canciller escribió siendo académico, cuando no pensaba tener este cargo, haya llegado tan rápido a los medios argentinos y haya resultado tan irritante para el presidente Kirchner”, señaló.
En tono componedor, Maira también restó importancia a la declaración que el Senado argentino prepara en rechazo a las afirmaciones del canciller chileno. “Hay que verlo como el último momento de una situación que ya se está desvaneciendo”, enfatizó el diplomático, tras remarcar que “los Parlamentos tienen, entre sus facultades, apoyar proyectos de acuerdo que son meras conclusiones porque las relaciones internacionales las conduce el jefe del Estado en todos los países”.
Lo cierto es que la brecha que las afirmaciones de Walker abrieron en la relación entre Argentina y Chile sigue aún abierta. Si bien el ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo que “las relaciones están como de costumbre, en excelentes condiciones y no tienen por qué variar”, ratificó que Kirchner mantiene su decisión de no viajar a la capital chilena el próximo 30 de noviembre. “Todavía hay tiempo para confirmar el viaje”, fue la forma elegante que eligió para decirlo.
También Maira admitió en diálogo con Radio Cooperativa de Chile que el viaje de Kirchner a Santiago se encuentra suspendido y explicó que “está en lo que la Cancillería argentina llama técnicamente stand by”. Para no alimentar la polémica sostuvo, además, que la visita “nunca se formalizó en plazo. Es una invitación que el presidente (Ricardo) Lagos le hizo (a Kirchner) cuando pasó por Buenos Aires, el 29 de agosto pasado, y estaba pendiente. Teníamos la idea de que se iba a hacer la última semana de noviembre”.
Desde Chile, Walker volvió a pedir disculpas y aseguró que espera que la visita de Kirchner a ese país “pueda realizarse” para continuar así una relación bilateral “que está en el mejor nivel de su historia”. También pidió ser evaluado por su gestión y aseguró que en su trayectoria política y académica ha dado “pruebas de ser un ferviente admirador del pueblo argentino, especialmente a partir de la recuperación de su democracia en 1983”. De su columna de mayo pasado en El Mercurio, remarcó que se trata de “el único artículo sobre el peronismo” que escribió.
Menos amistosas fueron las palabras del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Chile, Sergio Romero, quien llamó a descomprimir la situación, pero defendió a Walker. “Si uno se pone a hurgar en las expresiones de mucha gente en el pasado, obviamente se va a encontrar con más de una sorpresa. Aquí también podríamos mirar algunas declaraciones hechas por Kirchner que fueron claramente inamistosas en su tiempo respecto de los campos de hielo (Hielos Continentales)”, argumentó el legislador.