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Por primera vez, el juez federal Juan José Galeano reconoció el pago de 400 mil dólares al ex acusado del atentado a la AMIA Carlos Telleldín. En la tercera jornada del juicio en su contra que impulsa el Consejo de la Magistratura, Galeano lo justificó al considerar que fue una “compensación” equiparable a una recompensa “imprescindible para esclarecer este tipo de delitos”. Incluso afirmó que es una obligación del Estado proveerlas, pero prometió profundizar la cuestión más adelante. El resto del tiempo lo empleó para explicar que los legajos que armó en forma separada del expediente principal no fueron ocultados a las partes. En tal sentido, culpó a los abogados que las representaban por no acudir al juzgado a leer la causa. También se refirió al escándalo en Alemania con la declaración del testigo C y atribuyó “intencionalidad política” a las denuncias en su contra de la diputada Nilda Garré.
Al retomar su extenso descargo –que, a diferencia de la vez anterior, pudo ser interrumpido por preguntas de los consejeros–, Galeano aclaró que no pensaba eludir el tema del pago al reducidor de autos absuelto en septiembre por el Tribunal Oral 3. “Lo he considerado necesario e imprescindible”, afirmó el juez. Y admitió que “este país no estaba acostumbrado a este tema de recompensas o compensaciones a malhechores, que en otros países es eficaz”. Además, aseguró que demostrará que “Telleldín jamás fue instado o alentado a declarar contra persona alguna”. El Tribunal Oral sentenció lo que había sido denunciado hace cuatro años: que Telleldín cobró para inculpar a los policías bonaerenses, acusados de integrar la llamada “conexión local” del atentado, algo que hizo en julio de 1996. “A mi criterio ya he demostrado que estas personas no son inocentes”, afirmó sobre los policías absueltos. Sin embargo, no dio ninguna otra explicación sobre el pago y anticipó que tocará el asunto en detalle cuando termine de explicar las circunstancias de la causa que lo llevaron a tomar esa decisión. Definió que “el pago de recompensas es una obligación del Estado para evitar la impunidad”.
El consejero Beinusz Szmukler había apuntado a este tema como uno de los ejes centrales de la acusación en su contra. Pero tendrá que esperar unos días para preguntarle al magistrado por qué el pago no figura en el expediente si era un recurso válido. La Comisión de Acusación estableció un nuevo cuarto intermedio hasta el lunes a las 12. La diputada del ARI y consejera Marcela Rodríguez se mostró un poco más conforme que en las jornadas anteriores, porque aseguró que lograron “cambiarle la dinámica” al monólogo del juez acusado.
Galeano desmintió que en su juzgado hubiera habido legajos de partes de la investigación ocultos para las defensas. “Los legajos fueron ocultos para quien no los quiso conocer”, aseguró. Y mencionó que había “abogados que aparecían por el juzgado una vez cada 15 días y cinco minutos, y después blandieron la espada de los legajos ocultos”. Sin embargo, admitió que no notificaba a las partes de las medidas que tomaba. También reconoció que hubo un listado de legajos que no constaban en el expediente principal, que luego tuvo que incorporar por orden de la Cámara Federal.
Acerca de la audiencia en Alemania en la que fue interrogado el arrepentido iraní Abolgashem Mesbahi, conocido como Testigo C, aseguró que no fue él quien filtró a la prensa el contenido de la misma.