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El 23 de octubre del 2005, en todo el país, se elegirán legisladores nacionales. Los senadores dieron anoche su respaldo mayoritario a la iniciativa oficial que unifica los comicios. El proyecto, que obtuvo la media sanción, ratifica el decreto presidencial y modifica el Código Nacional Electoral, contó con el respaldo de 63 senadores. Solamente votó en contra el radical rionegrino Luis Falcó y se ausentó la peronista fueguina Liliana Capos.
El oficialismo argumentó que de esta manera se entregaban certezas institucionales. “Así como los norteamericanos hace doscientos años votan los primeros martes de noviembre, de ahora en más los argentinos votaremos los cuartos domingos de octubre”, había dicho Cristina Fernández de Kirchner cuando el tema se discutió en la Comisión de Asuntos Constitucionales. En voz baja y fuera de micrófono, en esa ocasión, Eduardo Menem respondió: “No todo lo que hacen los norteamericanos está bien”. Aunque sus dichos no salieron por los parlantes se escucharon lo suficiente como para que llegaran a oídos de la “primera ciudadana”. “La calidad institucional no es de derecha, ni de izquierda”, fue la enojada réplica.
En consonancia con aquella definición de Cristina Kirchner, ayer al defender la iniciativa oficial, el titular de la bancada justicialista, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, dijo que se pretende “establecer un ordenamiento institucional”. También subrayó que de esta manera “no habrá un calendario anual de elecciones que se inician en febrero y finalizan en noviembre”.
La única objeción estuvo de parte de los radicales. Sin éxito, pretendieron introducir una modificación. Querían excluir de este cronograma a las provincias en las que se implementa la Ley de Lemas. Argumentaban que de esa manera también se nacionalizaba la Ley de Lemas. Por lo menos en los cargos electivos nacionales. Planteo que cuando la discusión se formuló en comisión, también lo compartió el riojano Jorge Yoma, quien padece la Ley de Lemas en su provincia.
Al hablar en general y en nombre del bloque radical, el santacruceño Carlos Prades también celebró la iniciativa por entender que “pone orden al sistema electoral” y “reduce el alto costo en las elecciones nacionales”. También insistió con lo que habían dicho tanto él como su bloque en la discusión en comisión al solicitar que se excluya del proyecto “a aquellas provincias en las que existe Ley de Lemas para las elecciones provinciales”.
En 2005 se renovará la mitad de la Cámara de Diputados –129 legisladores nacionales– y se votará nuevos senadores en ocho provincias. En 2003 las elecciones legislativas fueron desdobladas de los comicios nacionales, lo que derivó en un cronograma electoral de siete meses, desde el 27 de abril (junto con las presidenciales), cuando votaron los santiagueños y los riojanos, hasta el 23 de noviembre, en Entre Ríos, San Luis, Tierra del Fuego y Corrientes.
A pesar de la certeza de la fecha, aparece como indefinido si se cumplirá o no con la ley que en julio del 2002 consagró la obligación de realizar internas abiertas y simultáneas en todos los partidos políticos. Esa norma contempla que “en los partidos políticos o alianzas electorales nacionales la elección de los candidatos a presidente y vicepresidente, así como la de los candidatos a senadores y diputados nacionales, se realizará a través de internas abiertas”.
En el último viaje del presidente Néstor Kirchner a Nueva York, el titular de la bancada radical de Diputados, el catamarqueño Horacio Pernasetti, le pidió que haga pública su opinión sobre la ley de internas abiertas. Enalgún punto, Pernasetti también buscaba certezas. Si se cumple con esta norma, las internas abiertas podrían realizarse a mediados de año.