EL PAíS
Un dólar para deudas y otro para importar, y tarifas pesificadas
El plan de Remes Lenicov pesifica las deudas menores a 100.000 dólares y baja las tasas para las mayores. Habrá un tipo de cambio para exportar e importar y las tarifas pasarán a pesos.
El equipo conducido por Jorge Remes Lenicov siguió afinando ayer los puntos principales del paquetazo para salir de la convertibilidad que se enviará hoy al Congreso. Aunque las reuniones continuaban anoche en Casa de Gobierno, ya estaba definido el esqueleto de las medidas. Se formalizará la abolición de la convertibilidad por ley, habrá un nuevo tipo de cambio para las operaciones de comercio exterior, establecido en base a una canasta de monedas, que actualmente cotizaría alrededor de 1,40 pesos por dólar; y se dejaría liberado un mercado cambiario para aquellos que quieran comprar dólares en bancos y casas de cambio a la paridad que fije el mercado. Las tarifas serán pesificadas y habrá dos sistemas para deudores de más y de menos de 100.000 dólares.
Para los deudores de más de 100.000 dólares, habrá prolongación de los plazos y reducción de la tasa de interés para mantener inalterada la cuota en pesos. Para deudas menores a ese monto, se pesificará el total. Para los depositantes, en tanto, se respetará la moneda en que fueron hechas las colocaciones y se reprogramarán los vencimientos hasta 3 años.
Los funcionarios duhaldistas se juegan a conseguir en las próximas semanas un préstamo extraordinario de Washington de más de 15.000 millones de dólares. Hoy, el Ejecutivo enviará al Congreso simultáneamente el proyecto de Presupuesto 2002 y un proyecto de ley ómnibus que sellará oficialmente el abandono de la convertibilidad del peso y de la paridad fija 1 peso igual a 1 dólar, la regla de oro que rigió la economía argentina durante los últimos diez años y nueve meses.
Según una de las últimas versiones del paquete que todavía se discutía anoche en la Casa Rosada, las principales medidas serían las siguientes:
- Habrá un tipo de cambio comercial a través del cual liquidarán sus divisas los exportadores y al cual el Banco Central venderá acotadamente a los importadores, para comprar las importaciones esenciales. Ese tipo de cambio se establecerá en base a un promedio simple entre el dólar, el euro y el real. Así, a las cotizaciones de ayer, el dólar comercial se ubicaría en 1,40 pesos. Esta paridad podrá fluctuar según los cambios que se vayan produciendo en la cotización del real y del euro contra el dólar.
- Paralelamente, habrá un tipo de cambio libre que será fijado por el mercado, al que la gente podrá comprar dólares en bancos y casas de cambio. Obviamente, este tipo de cambio será más elevado. Y el peligro es que se descontrole fuertemente en los primeros días. Hasta anoche, todavía no estaba definido de qué forma podría intervenir el Banco Central en este mercado para atenuar la devaluación del peso.
- Para deudas inferiores a los 100.000 dólares habrá pesificación. Para las mayores a ese monto, se rebajarán las tasas para no alterar los pagos en pesos.
- Para los depositantes se respetaría la moneda en que fueron hechos los depósitos. Pero se reprogramaría la devolución de los plazos fijos y las tasas de interés que devengarían. Para los pequeños depósitos la reprogramación se extendería a seis meses y para los mayores hasta 3 años.
- Se mantendría el corralito financiero y los límites de extracción.
- Habrá pesificación de tarifas públicas a la paridad de uno a uno. En los próximos 90 días se negociaría con las empresas de servicios públicos privatizados un nuevo mecanismo de indexación.
- Se intrumentará un mecanismo de pesificación de alquileres y contratos privados, con un período de 180 días para que las partes renegocien.
- Se emitirán 3000 millones de Lecop para financiar planes sociales y sueldos provinciales.
- El Ejecutivo tendrá el poder de fijar precios máximos en productos críticos.