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Por Miguel Jorquera

Con la propuesta de “abrir un proceso de discusión por barrio, por tema y por sector”, el Encuentro Nacional por la Soberanía Popular lanzó su “convocatoria a la militancia popular” de la ciudad de Buenos Aires. El movimiento, que nació hace menos de un mes en Rosario, aspira a reunir en un amplio frente a los dispersos sectores de centroizquierda “para forjar una fuerza política capaz no sólo de resistir sino de desmontar el régimen vigente”. La asamblea porteña será el comienzo de un debate, que se extenderá a Córdoba, Mar del Plata, Neuquén y Zárate y que culminará el 16 de abril en una reunión nacional, que además de darle nombre y organización al Encuentro podría dar a luz una nueva alianza electoral que contenga a partidos de izquierda, a organizaciones sociales, culturales y estudiantiles y sectores empresarios del campo y la ciudad.
Con el mismo espíritu de Rosario, el debate en la porteña Casa Suiza se hizo en un ámbito donde no hubo ubicación privilegiada ni lugar destacado para los dirigentes. La horizontalidad estuvo dada por las 340 sillas dispuestas en forma circular, que fueron desbordadas por las más de 500 personas, entre ellas decenas de referentes políticos y sociales, que asistieron a “título personal” al encuentro.
Sin embargo, el diputado nacional y economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Claudio Lozano fue el encargado de resumir los objetivos trazados en el primer encuentro de Rosario. Lozano, que junto a la CTA fue uno de los principales promotores del encuentro, también aprovechó la oportunidad para despejar las primeras críticas surgidas a varios integrantes del nuevo espacio de centroizquierda por su postura frente al gobierno de Néstor Kirchner: “No debemos centrar la discusión entre oficialistas y opositores. Queremos definirnos por lo que nosotros somos y podemos construir y no por la referencia frente a otros”.
Para que no queden dudas, Lozano se refirió a la lucha de todos los sectores presentes en el encuentro “en los últimos diez años. Que, más allá de los gobiernos, es la lucha contra el modelo y el régimen vigente que no ha cambiado”. Antes de la reunión, el economista de la CTA respondió con argumentos parecidos la consulta de Página/12 sobre las diferencias de criterios ante el gobierno nacional: “Esto no lo resuelve un gobierno, que tiene algunas políticas institucionales positivas pero que tiene limitaciones dadas por la propia estructura del PJ”.
La propuesta de que el nuevo espacio “debe tener objetivos estratégicos para que la coyuntura electoral no limite sus posibilidades”, era una de las premisas que respaldaba la mayoría de los dirigentes políticos que participaron en la reunión. Pero las necesidades partidarias frente a una elección nacional como la del año próximo pondrá en una seria disyuntiva al amplio abanico representado ayer en la Casa Suiza por dirigentes del Frente para el Cambio, Frente Grande, los partidos Comunista y Socialista, el ARI Capital, la Juventud Radical y peronistas disidentes, además de legisladores nacionales y porteños de distintos y recientes reagrupamientos.
“Este proceso está signado por la amplitud de la unidad y la profundidad de la misma”, dijo el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray. Pero el dirigente comunista tampoco descartó la posibilidad de que en la asamblea nacional de abril surja la formalización de “acuerdos en distintos distritos electorales que pueden involucrar a todo este espacio o parte de él”. Aunque le aclaró a Página/12 que “éste –por el encuentro de ayer– es un proyecto estratégico, mientras Izquierda Unida es un acuerdo electoral”.
La asamblea también convocó a sectores empresarios como Apyme y el Banco Credicoop, representantes de gremios como Foetra, Aeronáuticos y ATE, diversas entidades sociales y algunas de las sobrevivientes asambleas barriales. Joaquín Cara, secretario general de la Federación Universitaria Argentina (FUBA), se mostró algo escéptico frente al encuentro: “Venimos a explorar, es una experiencia muy incipiente y nosotros en Colectivo Universitario (la agrupación estudiantil que representa) sabemos que este proceso es largo y complejo”, le dijo a este diario. Alrededor se sentaban figuras de las más diversas experiencias políticas, que iban desde el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, hasta el ex dirigente montonero Roberto Cirilo Perdía.