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Por R. K.

Por primera vez, un organismo del Poder Ejecutivo acusó a Carlos Menem y a Carlos Corach por encubrir el atentado contra la AMIA con pistas falsas para desviar la investigación. Alejandro Rúa, titular de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia, presentó ayer un escrito ante el juez Claudio Bonadío en el que aporta evidencias y pide que se investigue una hipótesis: que Irán y también Libia aportaron fondos a la campaña presidencial de Carlos Menem, a cambio de ese dinero se hicieron promesas de provisión de material nuclear, que durante el mandato del riojano hubo manejos y desmanejos respecto de una central nuclear ya pagada por Irán y nunca entregada, que ese fue el motivo del atentado, que tras el ataque hubo una negociación con Irán para pasar a un segundo plano las acusaciones contra el régimen iraní por el atentado y que en el marco de esa estrategia se infló la pista de la conexión local que apuntó a Carlos Telleldín y los policías bonaerenses, pista que fue demolida durante el juicio oral que concluyó con los jueces sosteniendo que se trató de una maniobra destinada a satisfacer “oscuros intereses de gobernantes inescrupulosos”.
El escrito de la Unidad AMIA debió contar con la aprobación del ministro de Justicia, Horacio Rosatti, y también con el visto bueno del presidente Néstor Kirchner. Según coinciden los familiares de las víctimas, el texto pone en el centro, justo en el día en que se votó la suspensión del juez Juan José Galeano (ver nota central), un interrogante clave del caso AMIA y sobre todo de las irregularidades cometidas en la investigación:
- Las maniobras realizadas en el expediente, incluyendo las pistas falsas, ¿fueron obra esencialmente del juez Galeano y tuvieron el apoyo del gobierno de Carlos Menem?
- O sucedió lo contrario: las maniobras fueron diseñadas por funcionarios de Carlos Menem y Galeano se subió a ellas dándoles cobertura legal.
El escrito firmado por Rúa sostiene este último enfoque: Carlos Menem y Carlos Corach fueron los protagonistas de una trama en la que no hubo voluntad política de llegar a la verdad sino desviar la investigación para que no salieran a la luz las relaciones con Irán durante la campaña electoral, las negociaciones cuando Menem ya era presidente y las realizadas después del atentado.
Los elementos que aporta Rúa en las 165 páginas del escrito entregado al juez Bonadío tienen la siguiente ilación:
- Según dictaminaron los jueces del Tribunal Oral, la maniobra de inflar la pista falsa de Telleldín y los policías bonaerenses se inició en octubre de 1995 mediante las visitas que hizo a la cárcel la camarista Luisa Riva Aramayo, considerada allegada a Carlos Corach. Según señala el escrito, el ex ministro admitió varias veces que todos sus movimientos fueron inspirados por Menem.
- Para consolidar esa pista falsa, Galeano le pagó Telleldín 400.000 dólares con dinero de la SIDE, la central de espías que comandaba entonces Hugo Anzorreguy, un hombre del riñón de Carlos Menem, lo que refuerza la acusación contra el riojano.
- La estrategia de inflar la pista falsa se puso en marcha justamente en el momento en que se hizo una negociación con Irán para que no se siguiera acusando al régimen de Teherán por el atentado. El llamado testigo C, un arrepentido que tenía un alto cargo en la inteligencia iraní, hizo un pormenorizado relato de esa negociación entre un delegado de Menem y el régimen de los ayatolas. Rúa señala en su escrito que desde 1995 hasta que dejó el gobierno la administración Menem bajó el tono de las acusaciones contra Irán y publicitó la pista de los policías.
- El texto de Rúa detalla los testimonios de los arrepentidos iraníes y de informes de inteligencia de la CIA, el Mossad israelí, los servicios alemanes y la propia SIDE en los que se habla de la relación entre Menem eIrán durante la campaña electoral. Allí se dan indicios de que Irán hizo negocios con empresas argentinas proveyéndolas de fondos que, en verdad, fueron a nutrir la candidatura de Menem.
- Esos mismos arrepentidos e informes de inteligencia mencionan que el financiamiento al riojano tenía como trasfondo una serie de acuerdos para que luego, ya desde el gobierno, se suministrara armamento y material nuclear a Irán y Libia.
- Una vez que el riojano llegó a la Casa Rosada –siempre según lo que transcribe Rúa–, hubo manejos y desmanejos con el suministro de armamento y especialmente con una central nuclear ya pagada por Irán. Por presión norteamericana, los envíos no se concretaron y ése habría sido el motivo de los dos atentados, el de la Embajada de Israel y el de la AMIA.
- A Carlos Menem no le convenía una investigación profunda del ataque de la calle Pasteur porque se descubriría esta trama de relaciones con Irán.