EL PAíS
La UTA levantó el paro sin consultar con los delegados
Después de que los trabajadores de subte anunciaran un paro de 48 horas, la UTA acordó con Metrovías un aumento salarial del 19 por ciento. Los delegados discutían en la madrugada qué hacer.
Por Laura Vales
No hubo subtes durante todo el día, ni acuerdo entre Metrovías y los trabajadores en paro. Pero cinco minutos después de la medianoche el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Juan Manuel Palacios, convocó a una conferencia de prensa y anunció que la huelga en el subterráneo porteño quedaba levantada. El dirigente sindical explicó que la UTA había llegado a un entendimiento con el sector empresario por el cual habría un aumento salarial del 19 por ciento. Las negociaciones habían sido tan secretas que los integrantes del cuerpo de delegados, impulsores de las medidas de fuerza, se enteraron de que les habían levantado el paro mirando la televisión. Pocas horas antes habían anunciado que no había subtes por otras 48 horas, pero anoche se veían en la absurda situación de discutir un arreglo laboral cuyo contenido desconocían. Al cierre de esta edición, aunque la UTA ratificó el acuerdo, el paro no se había levantado.
“El paro no se levanta porque las bases no quieren”, sostuvo Carlos Pérez, delegado de la línea B. “Estuvimos todo el día sentados en el Ministerio de Trabajo y Metrovías no tenía ninguna propuesta”, dijo el delegado Néstor Segovia desde el Hotel Bauen, donde anoche cerca de dos mil trabajadores hacían una asamblea tratando de entender la situación. “¿Me pregunta si el paro va a seguir? Lo estamos discutiendo. Al paro no lo convocó la UTA sino nosotros, los trabajadores del subte. Para levantarlo tenemos que discutir en qué consiste la oferta. Pero no lo sabemos.”
Palacios la detalló en su conferencia de prensa. El dirigente habló de un aumento del 19 por ciento y una mejora en el plus por antigüedad de un punto. “Satisface el reclamo, quizá no en los parámetros que todos creemos que se deberían haber dado, pero sí en un parámetro sumamente importante”, señaló. Las cifras duplican lo que Metrovías había ofrecido esa misma tarde al cuerpo de delegados.
Los visos disparatados de la situación se apoyan en la interna del subterráneo. Entre el cuerpo de delegados y la UTA que conduce hay una relación de competencia. Los integrantes del cuerpo de delegados son opositores a Palacios. Entre sus 21 integrantes hay independientes de izquierda, peronistas, dos militantes del MST y uno del PO, quienes ganaron la última elección en el subte con una lista que enfrentó a los candidatos oficiales de la UTA.
El cuerpo de delegados tiene así la legitimidad que le dieron los votos, pero en las negociaciones con la empresa no son ellos –sino la UTA– quien está legalmente habilitada para firmar cualquier acuerdo. Así, el arreglo a que haya llegado Palacios es formalmente legal y la UTA tiene poder para dar por terminado el conflicto, aunque lo haya decidido sola.
La situación tiene varios antecedentes. El año pasado, mientras se discutía la reducción de la jornada laboral a seis horas, la UTA firmó un convenio con Metrovías por el cual modificó varias condiciones de trabajo. Como en esta oportunidad, el acta fue rubricada sin que los trabajadores conocieran su contenido y el episodio dio lugar a una serie de paros. Finalmente hubo que renegociar todo el paquete.
Pero hay que ver qué pasará ahora. Fuentes cercanas al desarrollo del reclamo salarial actual aseguraban que la mejora de 19 puntos era una cifra muy cercana a lo que venía exigiendo el cuerpo de delegados, a quien el entendimiento entre Palacios y la empresa habría primeriado.
Los trabajadores reclamaban un 53 por ciento de aumento y una mejora en la antigüedad de dos puntos. Las negociaciones están abiertas hace ocho meses. Luego de una tregua firmada en diciembre, las medidas de fuerza se retomaron una semana atrás con paros progresivos de 3, 4 y 5 horas, hasta que finalmente ayer se llegó a una huelga de todo el día.
Antes de que Palacios apareciera en televisión, la empresa había llevado a la audiencia con los delegados la misma propuesta que había sido rechazada el martes. Consiste en un aumento del 8 por ciento, más una mejora del 0,6 en el plus por antigüedad. La diferencia con la versión anterior fue quela empresa retiró la condición de instalar 75 máquinas expendedoras de boletos. “Es la misma oferta, aunque quitamos el tema de las máquinas por entender que el tema era un factor irritativo”, dijo a Página/12 el vocero Juan Ordóñez.
El gremio había insistido, por su parte, en que el 8 por ciento ofertado está muy lejos del reclamo por 53. Ese es el punto donde estaba trabada la discusión.
Reunidos en el Bauen, los trabajadores resolvían anoche la postura a seguir. Un vocero del Ministerio de Trabajo anticipó que la cartera convocará a una audiencia entre la UTA y los delegados esta tarde. La definición final se conocerá, probablemente, recién a lo largo del día, cuando en las cinco líneas del subte avancen las consultas con los dos mil trabajadores de la firma.