EL PAíS
El Encuentro Progre, en La Feliz, sin más localidades
Luego de treinta preencuentros y asambleas regionales, la reunión que agrupa a dirigentes progresistas realizará un plenario el sábado en Mar del Plata. La sede pensada ya quedó chica.
Por Eduardo Tagliaferro
Como el nombre de los recién nacidos que, pensado durante noches y noches por sus padres, termina siendo reemplazado por un apodo, el Encuentro Nacional por la Soberanía Popular para un Nuevo Proyecto de Nación difícilmente trascienda por esta denominación. Para propios y extraños, el nucleamiento que reúne expresiones políticas y sociales de la centroizquierda y de la izquierda es popular y mediáticamente conocido como Encuentro Rosario. Desde el puntapié inicial, en noviembre del año pasado, hasta hoy, en más de treinta preencuentros y asambleas regionales es notoria la expectativa que la movida generó en cuadros intermedios, ex militantes y también en jóvenes sin identidades previas. La semana que viene, el sábado 19, el Encuentro dejará su huella en La Feliz. La sede del Sindicato de Luz y Fuerza les quedó chica. Los organizadores están a la búsqueda de un lugar con mayor capacidad. No pasará desapercibida la participación del intendente de Mar del Plata, el radical Daniel Katz.
No tan confirmada como la presencia de Katz, es probable que otro intendente radical se acerque a la asamblea marplatense: Daniel Molina, jefe comunal de Necochea. No son los primeros ni los únicos. La participación en la asamblea fundacional de Rosario de la diputada y titular de la UCR bonaerense Margarita Stolbizer tendió puentes para que varios siguieran sus pasos.
“La presencia de intendentes radicales no me produce ningún ruido”, responde el dirigente cooperativista y gerente del Banco Credicoop, Carlos Heller, ante una consulta de este diario. “Si vienen a reivindicar el rol del radicalismo seguramente habrá debate. Se trata de discutir sobre el documento original y en él se habla de las responsabilidades de los partidos tradicionales”, confía. Para Heller, la clave está en “lograr la mayor amplitud posible sin perder la profundidad ni el contenido”.
Más allá de la heterogeneidad y del crecimiento, el principal desafío que se le presenta al espacio está en las próximas elecciones nacionales del 23 de octubre. El Gobierno intentará convertir sus primeros comicios como un plebiscito a la gestión de Néstor Kirchner y es poco probable que las fuerzas políticas que participan del Encuentro de Rosario lleguen a esa fecha con una posición en común.
“Está muy claro que no estamos frente a una construcción electoral, pero las elecciones no son neutras para este espacio”, responde el diputado socialista Jorge Rivas a Página/12. Cierto es que los partidos no pueden prescindir de lo electoral. Para el legislador, las elecciones no son un riesgo. “Creo que la discusión electoral del 2005 no será un factor de retroceso en la construcción de este espacio”, dice. Paso seguido relativiza cualquier acuerdo electoral marcado por la urgencia: “Esto no quiere decir que todos vamos a converger en una propuesta conjunta”. Al hablar de su distrito, Rivas sostiene que “la crisis de la provincia de Buenos Aires y la falta de alternativas es también una crisis electoral”.
“Ojalá algún día haya una síntesis en lo electoral”, sostiene en diálogo con este diario el titular de la CTA, Víctor De Gennaro. “Yo no soy candidato en el 2005 y por lo tanto no tengo esas urgencias, pero respeto la historia de los partidos políticos y también sus necesidades”, señala. Para que no queden dudas de su óptica y sus expectativas, el líder gremial recuerda que, “si bien en octubre hay elecciones, en noviembre viene George Bush a la Cumbre de las Américas y allí hay que expresar con fuerza nuestro repudio y oposición a la iniciativa norteamericana del ALCA”.
Tampoco para De Gennaro lo electoral aparece como un gran problema. “Si se mira al Encuentro desde el ojo de lo electoral, la comunicación hegemónica dirá que esto es imposible”, afirma. Recurre a un ejemplo para dejar en claro que los tiempos para construir una alternativa de cambio pasan por otras variables: “El 1º de marzo vamos a estar todos en Uruguay gozando la asunción de Tabaré Vázquez y no por eso al día siguiente habrá un Frente Amplio en la Argentina”. Más allá de los matices, lo diferente es sin duda que las elecciones no son un tema del que se evita hablar. La gran mayoría de los participantes del Encuentro Rosario dice tener vocación de poder, y en este punto los comicios son, desde lo institucional, un escalón que no pueden desconocer. “No hay a priori que pensar que las agrupaciones del encuentro van a ir todas separadas”, confía Heller hablando de la elección de octubre. Lo cierto es que no será una presencia nacional. Es probable que algunas agrupaciones lleguen a acuerdos regionales o distritales. Así podría suceder en Santa Fe o también en Neuquén. Pero para ello todavía falta mucho. Desde las agrupaciones sociales y desde las políticas, todos señalan que “se trata de preservar al encuentro” de ese desafío.
Igualmente, la movida de Mar del Plata tendrá su impronta y un peso en la provincia, uno de los distritos en los que la hegemonía y predominio del PJ aparecen como inexpugnables. A Mar del Plata le seguirá un encuentro en Bahía Blanca, otro en Junín y también se prepara uno más en La Plata.
La Asamblea Nacional hará las veces de cierre de todos los encuentros regionales. Prevista originalmente para el 26 de abril, fue postergada para el 14 de mayo. Se concretará en el microestadio de Ferro. Allí se intentará sintetizar en política todo lo actuado por el nucleamiento. Será el primer paso. Allí también se pondrá a prueba cuánto de nuevo tiene esta experiencia que por el momento no tiene líderes reconocidos, que no tiene Junta Promotora y que no disputa cargos electivos.