EL PAíS
Libertad de expresión
La CIDH también celebró ayer una audiencia para analizar cuatro denuncias por violaciones a la libertad de expresión en Argentina. Según informó el CELS, los casos fueron presentados hace varios años pero una resolución de la CIDH o eventualmente de la Corte Interamericana tendrá implicaciones en el presente y en el futuro, ya que para resolverlos el Congreso debería modificar la legislación desincriminando el delito de injurias y calumnias cuando se refieren a funcionarios públicos, reconociendo la doctrina de la real malicia. Entre los casos analizados por la CIDH se encuentra el de Horacio Verbitsky quien, a raíz de la publicación del libro Robo para la Corona fue denunciado por desacato y por injurias por el ex ministro de Interior Carlos Corach. Otro tema presentado involucra al periodista Eduardo Kimel, quien investigó el asesinato de cinco religiosos católicos durante la última dictadura y fue condenado a una pena de prisión en suspenso y a pagar 30 mil dólares por haber criticado al juez de la causa. También se analizó el caso de Tomás Sanz, querellado por una nota que involucraba al hoy senador Eduardo Menem y el de Gabriela Acher, que en un sketch televisivo parodió la administración de justicia en el país. Un juez se sintió agraviado y la denunció.