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Felipe Solá realizará el sábado una demostración de fuerza en Mar del Plata con la que buscará transmitir un mensaje unívoco: la convicción de que la hegemonía duhaldista en la provincia puede quebrarse. Para ello el gobernador apelará a una foto con intendentes, diputados, concejales y demás representantes del justicialismo que se han distanciado de Eduardo Duhalde y que buscan relegarlo encolumnándose abiertamente con el presidente Néstor Kirchner. Para que no queden dudas, habrá allí por primera vez una expresión masiva de apoyo a la candidatura de Cristina Kirchner.
Solá había lanzado en diciembre su Frente Peronista para la Victoria, un grito de emancipación del duhaldismo con forma de corriente interna. Ahora el mandatario provincial quiere poner al descubierto que no se trata de un sello de goma.
El plenario del felipismo se realizará en el Polideportivo de Mar del Plata, con capacidad para 10 mil personas. Pero, como los organizadores imaginan mayor concurrencia, también se habilitarán las instalaciones de Luz y Fuerza. Hasta allí auguran llevar a sus referentes territoriales: dicen contar con 48 intendentes (de los 74 peronistas), 18 diputados y 9 senadores, además de centenares de concejales.
“Queremos dejar en claro que si bien tenemos una línea propia en la provincia, nosotros no tenemos un proyecto provincial sino que formamos parte del proyecto nacional de Néstor Kirchner”, aseguró a Página/12 el ministro de gobierno bonaerense, Florencio Randazzo.
No es casual esta expresión en medio de los tironeos entre el duhaldismo y el kirchnerismo por imponer sus nombres en la lista de candidatos del PJ. Una versión periodística dio cuenta ayer de la intención del propio Eduardo Duhalde de ser la cabeza en la boleta de senadores. Dos referentes de su sector como Mabel Müller y Baldomero Alvarez no descartaron la idea, mientras que su esposa, Chiche Duhalde, prefirió evitar hablar del tema.
Consultada por este diario, una importante fuente del ex gobernador aseguró que Duhalde estaba “molesto” por la manera en que se filtró el tema, tras una reunión de su sector en Dolores. Si fuera cierta la posibilidad de la candidatura sería contradictorio con su mensaje de hombre en retirada. Si no lo fuera, podría interpretarse como parte de una estrategia para mejorar la relación de fuerza a la hora de negociar con el kirchnerismo las listas provinciales.
A la distancia, la tropa de Solá asegura que fue sencillamente una “chicana”, un grito desesperado para lograr la atención de Kirchner, quien no parece muy dispuesto a consensuar nombres con su predecesor. En La Plata, además, optaron por responderle a Duhalde con su propia medicina: una encuesta. De acuerdo con el relevamiento realizado por Analogías, Cristina Kirchner logra una mejor performance como candidata a senadora que Chiche Duhalde, ubicándose 31 puntos por encima del segundo, en este caso el líder de Recrear, Ricardo López Murphy.
El sondeo presenta una variante: si Cristina fuera cabeza de dos listas separadas, la que apoyaría Solá se impondría ampliamente a la del duhaldismo (33,8 por ciento contra el 19 por ciento). La clave, dice el estudio, es el comportamiento de los sectores independientes.
Buscando mostrarse ajeno, Duhalde contestará fiel a su estilo. Hará un trabajo de hormiga por todo el territorio, y también mojará alguna que otra oreja. Como muestra está el acto que su corriente Lealtad realizará también el sábado en La Matanza de Alberto Balestrini. La oradora será Chiche y también participará Raúl Mathiú, el ex presidente del Concejo Deliberante matancero “ganado” al intendente felipista.
La excusa será la apertura de una sede local de Lealtad, pero seguramente allí pedirán por las internas partidarias, que Solá deberá convocar obligatoriamente antes de fin de mayo más allá de que se decida a dar batalla u opte competir por fuera de la estructura del PJ. El gobernador quiere saber antes si habrá un decreto de la Casa Rosada unificando las internas nacionales y provinciales. No pudo sacarse la duda ayer a pesar de haber compartido el acto con Kirchner en su paso por Castelar (ver aparte). Aunque la foto le sirvió para decir lo que nadie dice: hacia dónde el Presidente inclina el fiel de la balanza.