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Aunque parecía imposible, Domingo Cavallo consiguió ayer su primer apoyo para su posible candidatura a diputado por la Capital. Fue nada menos que de Fernando de la Rúa, quien lo nombró superministro de Economía y avaló sus últimas medidas, como el déficit cero y el corralito. “Muestra un gran coraje y una gran decisión”, aseguró el ex presidente.
La versión sobre la posible postulación de Cavallo a diputado nacional por la Capital comenzó a circular luego de una reunión entre un grupo de jóvenes liderados por Martín Grynblat, que le sugirieron la idea de que la arena electoral es el terreno ideal para tratar de explicar a la sociedad sus últimas decisiones económicas y, a partir de allí, comenzar a reconstruir su imagen. El jueves, poco antes de subirse al avión que lo trasladó nuevamente a Estados Unidos, el ex funcionario admitió su posible candidatura. “Tengo decidido volver a la Argentina para luchar por mi patria, por mi gente, por mis ideas”, aseguró Cavallo.
Las reacciones, en general, variaron entre la cautela y el repudio. Hasta ayer, cuando a De la Rúa le preguntaron por la candidatura de su ex funcionario. Aunque admitió que lo que lo sorprende es “el momento” en que se difundió la noticia, el radical señaló: “Cavallo es un luchador. Muestra un gran coraje después de la forma en que se lo hostigó y, al mismo tiempo, una gran decisión”.
Consultado por el recuerdo negativo del corralito, De la Rúa insistió en defender la última creación de Cavallo. “El corralito, sobre el que se armó una gran campaña en 2002 para desviar la atención del corralón, fue saludado por muchos como una medida adecuada y necesaria, porque no era la apropiación de los depósitos, sino la bancarización de la economía para parar una corrida bancaria”, explicó el ex presidente.
A continuación, De la Rúa defendió a Cavallo al afirmar que su designación durante el último tramo de su gobierno fue apoyada por su partido y por la sociedad. “No creó ninguna crisis con la UCR porque la decisión la tomé en una reunión con la cúpula radical. Lo que querían era el alejamiento de (Ricardo) López Murphy, de modo que no había conflicto, sino un deseo de que se lo incorporara. Era lo que la gente quería en ese momento”, señaló.
De la Rúa no fue el único en hablar: el posible lanzamiento de Cavallo produjo reacciones de casi todos los políticos, con la notable excepción de Ricardo López Murphy y Mauricio Macri, los principales perjudicados con la movida, que ayer optaron por el silencio. “Que estén todos juntos los que vendieron, los que mintieron, probablemente sea bueno, aunque terrible y doloroso”, aseguró Elsa Quiroz, del ARI. “Es una burla para la ciudadanía”, señaló el radical Nito Artaza. Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, descartó la versión que indicaba que el oficialismo impulsaba la postulación de Cavallo para quitarle votos a Macri. “Yo le puedo plantear otra lógica: al Gobierno le puede interesar polarizar la elección y si usted la divide, no polariza”, aseguró Fernández.