EL PAíS
La candidatura de Cavallo, una película de suspenso
El ex ministro supeditó su postulación, entre otras cosas, a que su esposa pueda acompañarlo en la boleta. Se presentó en la televisión para criticar a todos y defender el corralito.
Sus conocidos dicen que ya lo tiene resuelto, aunque Domingo Cavallo agregó ayer una cuota de suspenso en torno de su posible postulación a diputado por la Capital Federal: dijo que tomará una decisión al respecto en las horas que quedan para oficializar las candidaturas ante la Justicia electoral. “Hay varios elementos que estoy evaluando y, sobre todo, si mi esposa me va a poder acompañar como candidata”, explicó en su primera aparición después de largo tiempo sin aparecer en la televisión, en la cual se mostró con las mismas actitudes y mañas de siempre. Tal vez a modo de anticipo de lo que sería su campaña, el ex ministro de Economía defendió sus dos gestiones al frente de esa cartera y eligió como blanco central a Eduardo Duhalde. Con el presidente Néstor Kirchner fue ambivalente.
El padre de la convertibilidad y el corralito se presentó en A dos voces y, contra lo esperado, no anunció su candidatura. Las expectativas estaban centradas en que los apoderados de Acción por la República lo inscribieran ante la Justicia Electoral entre los posibles candidatos para el próximo 23 de octubre. En la nómina, que deberá ser ratificada formalmente mañana, fue anotada también su esposa, Sonia Abrazian.
Cavallo supeditó su postulación a que su esposa pueda acompañarlo en la boleta, aunque no es eso lo único que influirá en su decisión final. El ex ministro pretende aprovechar la campaña para instalar la idea de que el problema no fue el corralito, sino lo que vino después, y en el marco de su estrategia resolvió presentarse en televisión para evaluar las reacciones en dos planos y en función de eso decidir su futuro: cómo lo tratan frente a las cámaras y qué dicen quienes lo ven en sus casas. “Este programa es una prueba”, admitió, de hecho, al cierre de la entrevista en la cual precisó que si resuelve postularse es porque “pasa el tiempo y siguen los ataques y si no me defiendo, dejo que se instale esta campaña”.
Lo que se propone Cavallo como candidato quedó claro al cabo de los casi 40 minutos que estuvo en el aire: defendió la convertibilidad y el corralito. “Lo que le quitó el dinero a la gente fue el corralón”, aseguró y sostuvo que “me toman como chivo expiatorio de todo lo que pasó en la Argentina, pero soy menos culpable que el grueso de los gobernadores, responsables del descontrol del gasto público”. Su única autocrítica fue “haberle creído a los radicales y a Duhalde”.
El bonaerense fue el principal destinatario de sus críticas. Cavallo afirmó que “el derrumbe vino de la mano de Duhalde” y agregó: “Volteó a De la Rúa y también a Rodríguez Saá porque no quería abandonar la convertibilidad. Los volteó con Alfonsín para devaluar y pesificar”.
Los radicales, con Alfonsín a la cabeza, también se llevaron lo suyo y tampoco Elisa Carrió escapó de las críticas de Cavallo. “Se dedica a destruir cualquier gobierno. Es una mentirosa y falsificadora de documentos públicos que quiere la anarquía del país”, dijo de la líder del ARI, a quien hizo “responsable de la corrida de los bancos”.
El ex ministro fue más contemplativo con Kirchner, aunque le hizo algún que otro disparo, como cuando se declaró “en contra de las ideas económicas que pregona” el santacruceño y manifestó que “me sorprende porque apoyaba totalmente mis ideas”. No fue su único abrazo del oso: “A Alberto Fernández lo conocí muy poco como superintendente de Seguros. Después lo conocí más como representante de Kirchner, cuando me apoyó como candidato a jefe de Gobierno”.