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La campaña de Mauricio Macri sufrió un sacudón, y del lugar menos esperado. El escándalo por las denuncias en Boca subraya el costado más débil de su candidatura –su relación con los negocios–, pone en riesgo su principal capital político y lo obliga a retirarse del debate público por un tiempo. Preocupado por las acusaciones, Macri encargó un sondeo para calibrar el impacto exacto de las denuncias y decidió refugiarse en el silencio.
El primero en hablar fue el delantero Marcelo “Chelo” Delgado, que acusó al presidente de Boca de aprovechar su gestión para los “negocios personales”. Ayer, mientras la comisión directiva del club esperaba un gesto de arrepentimiento, Jorge Bermúdez sumó más acusaciones. “De cada negocio que hacía, siempre tenía que pellizcar algo para sus arcas personales”, afirmó el ex defensor de Boca, al que más tarde se sumó Antonio Bari- jho: “En Boca siempre hubo cosas raras”, afirmó el ex delantero.
Las declaraciones de los futbolistas descolocaron a Macri e implicaron un golpe duro para su campaña. “Estamos viendo cómo reaccionamos”, explicaba ayer un dirigente cercano al empresario. Y agregaba que –aunque todavía es difícil calibrar su magnitud exacta– el escándalo impactará inevitablemente en la campaña.
- En principio, las declaraciones de Delgado, Bermúdez y Barijho ponen de relieve el costado más frágil de la candidatura de Macri: su pasado como titular de un holding empresarial cuestionado y su relación con los negocios. “El dinero siempre fue el punto débil de Macri y estas denuncias, más allá de que la gente las crea o no, llevan al tema a un primer plano”, asegura Analía del Franco, directora de Analogías. Y agrega que su última encuesta, realizada en paralelo con las primeras denuncias de Delgado, registró un descenso de 4 puntos en la intención de voto de Macri.
- El segundo punto sensible es que la denuncia obliga a Macri a retirarse de la campaña electoral y del debate público, al menos hasta que se aclare el panorama. “Es una campaña muy peleada, con tres candidatos prácticamente empatados. Cualquier movimiento puede cambiar el escenario y, si alguno de los tres se retrasa, después va a resultar muy difícil recuperarse”, explica el sociólogo Heriberto Muraro.
- Finalmente, el escándalo le quita al empresario su principal argumento de campaña –su trabajo como presidente de Boca– sabiamente aprovechado por sus publicistas para construir una imagen de eficacia y capacidad de gestión. “El problema no es la denuncia en sí, sino quien la enuncia. Estas acusaciones tienen una alta credibilidad porque provienen de alguien ajeno al mundo de la política. Si vinieran de (Rafael) Bielsa o de (Elisa) Carrió la gente creería que forman parte del juego de posicionamientos propio de una campaña. Pero no es así”, explica Artemio López, titular de Equis.
En este contexto difícil, Macri encargó una encuesta que lo ayude a elaborar una estrategia. Optó, además, por responder a las primeras acusaciones y limitar sus apariciones públicas durante los próximos días. “Lo último que queremos es darle más argumentos al Gobierno para que nos sigan pegando”, explicaban ayer cerca del empresario.