EL MUNDO › EL HALLAZGO EN LA
INVESTIGACION DE LOS ATENTADOS DE LONDRES
El golpe del 7-J pudo haber sido peor
Los atacantes del 7 de julio en Londres guardaban 16 bombas de clavos en el coche que dejaron en Luton. O sea, los ataques pudieron tener una escala mayor. La policía británica detuvo a uno de los cuatro sospechosos de los fallidos atentados del 21-J.
Por Jason Bennetto, Kim Sengupta y Terry Kirby*
La célula terrorista que mató a 52 personas en Londres puede haber estado planeando tirar bombas de clavos en clubes nocturnos o entre las multitudes, según sugiere una nueva evidencia. Ayer se reveló que una cantidad de 16 bombas fue dejada en un automóvil en Luton por los atacantes suicidas del 7 de julio. El descubrimiento hace pensar que otra unidad terrorista puede estar suelta. El descubrimiento de las bombas de clavos escondidas brinda otro vínculo con los hombres detrás de los ataques del 21 de julio en Londres, dos de los cuales usaron dispositivos similares. El descubrimiento llegó mientras arrestaban a uno de los cuatro sospechosos atacantes suicidas que no pudieron detonar las bombas en el segundo ataque sobre la capital. La policía usó un arma inmovilizadora para reducir a Yasin Hassan Omar, durante un allanamiento en una casa en Birmingham. Hubo informes no confirmados que Omar tenía una mochila con explosivos, pero fuentes policiales anoche lo desmintieron.
Los detectives todavía buscan a los otros tres hombres. Los oficiales antiterrorismo llevaron a cabo ayer una serie de allanamientos en Londres e hicieron varios arrestos alrededor del país. Pero el foco ayer viró hacia el primer ataque terrorista cuando se supo que la célula de cuatro hombres había dejado 16 dispositivos caseros en un Nissan Micra en la estación de ferrocarril de Luton, que fue descubierto por la policía cinco días después del ataque. El tipo y cantidad de bombas es mucho más alarmante de que lo que la policía había descubierto antes. Las bombas incluyen botellas tipo Molotov, llenas de explosivos y clavos. Los dispositivos son usados por los atacantes suicidas palestinos en Israel. Las agencias de seguridad advirtieron después de los ataques del 7 de julio en las tres estaciones de subterráneos y el ómnibus que los ataques futuros podrían ser contra clubes nocturnos, estadios o grandes reuniones públicas. Ahora resulta que la advertencia podría estar relacionada con las bombas encontradas en el automóvil utilizado por los terroristas basados en Leeds.
Las fotografías confidenciales de la Policía Metropolitana fueron publicadas ayer por la red de televisión estadounidense ABC News. Las imágenes de la masacre en King’s Cross, donde murieron 27 personas, también fueron emitidas. Es la última filtración de los Estados Unidos y causó mucho disgusto entre la policía y las agencias de inteligencia británicas. El descubrimiento de que había un gran cantidad de diferentes tipos de bombas escondidas listas para detonarse provoca una serie de preguntas inquietantes.
En primer lugar, ¿era el auto un depósito de bombas para otro equipo de atacantes suicidas, que por algún motivo no las recogieron? Las fuentes de seguridad han dicho que no hay todavía evidencia de un segundo equipo. Las bombas de clavos plantean preguntas sobre si los terroristas estaban planeando una forma diferente de ataque y si había otros dispositivos similares sueltos. Podría ser que los cuatro atacantes terroristas, Mohammed Sidique Khan, de 30 años; Shahzad Tanweer, de 22 años; Hasib Hussain, de 18, y Germaine Lindsay, de 19 años, cargaran con ellos varios tipos de dispositivos y tiraran los que no necesitaban, pensando que iban a morir.
Las bombas fueron encontradas en el Nissan el martes 12 de julio, cinco días después de los ataques suicidas en el ómnibus 30, en Tavistock Square, y del subte, en Aldgate, King’s Cross y Edgware Road. El automóvil fue alquilado por Tanweer y se cree que fue usado para trasladar a los dos terroristas basados en Leeds, Hussain y Khan. No resulta claro si se encontraron explosivos en el Fiat dejado por Lindsay en la estación. Los expertos en explosivos anoche aceptaron que los descubrimientos de Luton sugerían que los terroristas podrían haber estado planeando colocar las bombas de clavos mortales en lugares atestados de gente, aunque no quedaba claro qué tipo de detonador iban a usar.
Andy Oppenheiner, un experto en explosivos, dijo que las fotografías mostraban que eran bombas “simples y mortales”. “Son fáciles de hacer y son del tipo usado por las bandas de Ulster y los terrorista palestinos en Israel con efectos mortales”, dijo. Mientras, la policía y los servicios de seguridad han hecho un descubrimiento con la captura de unos de los sospechados atacantes suicidas que abortó la operación. Omar, un somalí de 24 años, fue derribado por un arma inmovilizadora cuando los oficiales allanaron la casa donde estaba escondido, en Heybarnes Road, en el este de Brimingham. Alrededor de 100 casas fueron evacuadas cuando entraron los oficiales del escuadrón de bombas. Un informe dice que tenía con él una mochila que fue tirada por la ventana por un oficial.
Omar, que está acusado de tratar de atentar contra el subte cerca de Warren Street el jueves pasado, fue llevado a la estación de policía de alta seguridad de Paddington Green para ser interrogado. La gente local dijo que hombres que concordaban con la descripción de Omar y de uno de sus cómplices, Muktar Said Ibrahim, habían sido vistos en el área el sábado. Poco después de su arresto, otros tres hombres fueron detenidos en un allanamiento en Birmingham. Los vecinos dicen que los tres hombres somalíes habían estado viviendo en una casa vecina.
La policía antiterrorista también allanó dos casas en Finchley y Enfield, ambas en el norte de Londres, pero no hubo arrestos. Otro allanamiento de la policía fue llevado a cabo anoche en una dirección en Stockweel, al sur de la capital. No hubo inmediatos informes de arrestos. Por lo menos tres atacantes suicidas de los fallidos ataques del 21 de julio están todavía prófugos. Uno de ellos es Muktar Said-Ibrahim, de 27 años, cuya fotografía dio a conocer la policía ayer. Los detectives temen que los sospechosos puedan contar con explosivos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.