EL PAíS › DIALOGO ABIERTO CON LAS CANDIDATAS EN EL HOTEL ALVEAR
Cuando las mujeres se hacen valer
Un encuentro organizado por el Foro Internacional de Mujeres congregó a varias candidatas para las elecciones de octubre. Carrió y Chiche Duhalde, protagonistas. Moria Casán, a su manera, también.
Por Mariana Carbajal
Elisa Carrió se llevó varias ovaciones. Chiche Duhalde apenas algún tímido aplauso. Moria Casán, en su debut en una tribuna con políticas, atrajo todas las miradas. Fue ayer por la mañana, en un colmado salón del Hotel Alvear, donde las candidatas participaron de un diálogo abierto con un nutrido y selecto auditorio mayoritariamente femenino, en el que se mezclaron empresarias, profesionales, funcionarias y dirigentes de ONG. El encuentro, organizado por el Foro Internacional de Mujeres (IWF, por sus siglas en inglés), contó también con las presencias de Patricia Bullrich, Vilma Ripoll, la kirchnerista María José Lubertino y la macrista Paula Bertol. La gran ausente fue Cristina Fernández de Kirchner, que –según se supo– exigió para participar un evento para ella sola, donde no tuviera que compartir cartel con otras postulantes (ver aparte).
El salón del décimo piso del Alvear estaba repleto. Entre el público podían verse personalidades y personajes de ámbitos tan diversos como Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo –que al llegar fue recibida con un cerrado aplauso– hasta la esbelta Karina Rabolini, esposa del vicepresidente Daniel Scioli. Desde Andrea de Arza de Bielsa, mujer del canciller Rafael Bielsa, hasta la candidata a legisladora del ARI y ex secretaria de Cultura de la Ciudad, Teresa Anchorena, la legisladora porteña macrista Gabriela Michetti, la empresaria Marta Harff y la encuestadora Graciela Römer.
La reunión fue convocada por el flamante Capítulo Argentino del Foro Internacional de Mujeres, encabezado por la legisladora porteña María Eugenia Estenssoro, que aglutina a empresarias, políticas y mujeres de la cultura y los medios. La entidad fue fundada en 1982 en Estados Unidos y agrupa, entre otras, a figuras como Hillary Clinton.
Lilita y Chiche no compartieron una mesa redonda, como el resto de las candidatas invitadas. Cada una dio su charla y respondió preguntas del auditorio a solas. Lo único que tuvieron en común fue el color que eligieron para vestirse: ambas de negro. Pero la titular del ARI conquistó rápidamente al público –y fue varias veces interrumpida por acalorados aplausos–, mientras que Chiche lo desconcertó con un discurso demasiado conservador: apenas cosechó algún frío aplauso al contestar preguntas, pero ninguno durante su exposición.
Al referirse a la situación de la mujer en la política, el eje del evento, Carrió disparó: “Todavía tenemos que escuchar que a una discusión de mujeres la equiparen con una conversación de peluquería”, en clara referencia a las expresiones que en ese sentido había hecho el ministro del Interior, Aníbal Fernández, en el último congreso del PJ en Parque Norte donde se pelearon Chiche, CFK y Olga Ruitort, ex esposa del gobernador cordobés José Manuel de la Sota. Le preguntaron sobre el enfrentamiento entre Chiche y Cristina, pero la líder del ARI prefirió no opinar sobre el tema en ese “ámbito de congregación”, aunque de alguna forma aludió a las dos candidatas del justicialismo cuando comentó: “Hay partidos misóginos y partidos machistas. Los machistas ponen a las mujeres como esposas, los misóginos directamente no las ponen” y concluyó: “Es un avance el partido machista”.
Chiche aprovechó el escenario para meterse en la campaña y disparar contra el Frente para la Victoria: “Esta nueva alianza, con la única incorporación de los piqueteros, pretende destruir el peronismo”, afirmó. “Hoy no quiero una campaña sucia. No quiero agraviar a ningún candidato con agravios personales”. Y en lo que fue muchas de las presentes interpretaron como un referencia a su principal oponente, la senadora Fernández de Kirchner, señaló: “Algunas mujeres se visten como mujeres pero actúan como hombres”, y siguió: “la violencia no es una condición nuestra, el agravio tampoco. Las mujeres vivimos buscando la armonía porque nos duele cuando nuestros hijos se pelean”.
Después fue el turno de la mesa redonda que congregó al resto de las candidatas invitadas: A Patricia Bullrich se la notó con ciertaincomodidad por tener que compartir la escena con una novata como Moria Casán. El elenco se completó con Vilma Ripoll, de Unite, la kirchnerista María José Lubertino, de Espacio Abierto, y la macrista Paula Bertol.
Aunque no le faltaron anteojos oscuros con marco dorado, Moria mostró un vestuario bastantes más sobrio de los que está acostumbrada a lucir, despojado de pieles y plumas y con un escote más discreto: la vedette eligió un conjunto en beige de pollera ajustada y musculosa al tono bordada, que de todas formas se destacó entre tanto tailleur de colores grises o pastel. Moria no solo se destacó por su vestimenta: ni siquiera preparó un discurso. “Me encantaría empezar con preguntas, los discursos me aburren”, pidió cuando le tocó la palabra. La primera pregunta, entonces, fue para indagar sobre sus proyectos para enfrentar el problema de los chicos de la calle:
–No es un tema en el que he pensado, no lo tengo en la mira como primer tema. Cuando acepté esta candidatura no sentí que iba a solucionar todos los problemas de los argentinos. Sí pienso trabajar sobre las mujeres golpeadas y la creación de un refugio y eso me va a llevar un tiempo -aclaró. Se la veía exultante, radiante, tal vez porque la habían tenido en cuenta a la hora de convocar candidatas, en un encuentro en el que finalmente compartió cartel –aunque sólo haya sido en el programa del evento– con figuras de la política de la talla de Carrió y Chiche Duhalde.