EL PAíS › PODRIAN ACUSAR A LA JUEZA BERTOLA
Palabras de Bergés
Por Susana Viau
La Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura evalúa si hay elementos para promover el juicio político de la jueza María Cristina Bértola, actualmente miembro del tribunal oral. La investigación se originó en la declaración prestada por el ex juez Mariano Bergés durante el proceso de destitución de Juan José Mahdjoubian. Bergés había señalado que en el curso de una reunión de camaradería se hizo referencia al crecimiento patrimonial de Bértola. Sin embargo, con posterioridad el mismo Bergés presentó ante el Consejo un escrito donde precisa el carácter de esas afirmaciones y explica que sólo hizo mención de ellas en función de la rigurosidad del testimonio que se le reclamaba.
Frente al jurado que finalmente separó a Mahdjoubian de su cargo, Bergés aludió a las reuniones periódicas que realizaban los integrantes del fuero de instrucción. Asistían a ellas Roberto Grispo, María Angélica Crotto, Julio Lucini, Alberto Baños, Ernesto Botto, María Gabriela Lanz, Ricardo Warley, entre otros, y Mahdjoubian sospechaba que esa era la usina de la que habían partido los rumores sobre su llamativo crecimiento patrimonial. Bergés explicó al “jury” que, en efecto, el caso de Mahdjoubian había dado pie a comentarios de sus pares y algo similar había sucedido con Francisco Trovato y María Cristina Bértola. Tiempo después, enterado de que la Comisión de Acusación había resuelto estudiar el caso de Bértola, Bergés presentó un breve escrito donde reiteró que no le constaba la veracidad de las apreciaciones vertidas acerca del patrimonio de Bértola y ni siquiera recordaba cuál de los presentes en la cena (ocurrida ocho años atrás) las había formulado. Consultado por Página/12, Bergés aclaró: “Lo conté porque me lo preguntaron. Tenía la obligación decirlo. Algunos jueces se han molestado por eso, pero pienso que si uno hace las cosas bien no puede temer que lo investiguen. Yo mismo tengo una causa penal que me hizo gente vinculada a Giselle Rímolo. La Corte me consultó si estaba de acuerdo con que se abrieran mis declaraciones juradas y acepté. Fueron enviadas al juzgado 31”.