EL PAíS › EL GOBIERNO ARGENTINO PONE LIMITES A LA OFENSIVA POR EL ALCA
“No negociaremos bajo presión”
Lo dijo una fuente de Cancillería, en nombre del Mercosur. Es por la intención de Estados Unidos de colar al ALCA en la Cumbre.
Por Fernando Cibeira
“El Mercosur no negocia bajo presión”, aseguró ayer una alta fuente de la Cancillería argentina a propósito de la avanzada de las últimas horas de parte de los Estados Unidos y sus aliados para incluir una mención favorable al ALCA en el documento final de la Cumbre de las Américas, que se realizará la semana próxima en Mar del Plata. Los negociadores argentinos sostienen que no tienen prejuicios ideológicos a la hora de sentarse a discutir políticas para la región, pero el vicecanciller Jorge Taiana puntualizó que “si el balance entre lo que nos ofrecen y lo que nos piden no es beneficioso para Argentina, no avanzaremos en una negociación”.
Cuando se lanzó la Cumbre de las Américas, en 1994, en esta cuarta edición sería en la que se pondría en marcha el ALCA, el tratado de libre comercio continental que auspicia Estados Unidos. Pero en estos años el ALCA fue ganando enemigos entre los gobiernos de la región que ven la iniciativa a medida de los intereses norteamericanos, por lo que hoy es una alternativa paralizada. La Casa Blanca percibe ahora en la cumbre marplatense la posibilidad ideal para reflotarla, colando un texto favorable en el documento final y proponiendo la reapertura de las negociaciones a partir del año próximo.
A la propuesta la apoyan Canadá, México y Chile, países que tienen firmados sus propios acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Varias declaraciones simultáneas –hablaron desde el embajador norteamericano Lino Gutiérrez hasta el embajador mexicano Luis Derbez– avisaron el miércoles que desde el Norte había iniciado una ofensiva pro ALCA.
Ayer, los funcionarios de la Cancillería argentina reconocían que el acuerdo que propone hoy Estados Unidos no tiene nada que ver con el original, armado durante la gestión de Bill Clinton. “El ALCA de Clinton era un hijo dilecto del Consenso de Washington”, explicaba una alta fuente del Palacio San Martín. Pero aunque la actual versión sea más potable, persiste el obstáculo mayor: Estados Unidos no se compromete a eliminar sus subsidios agrícolas, con lo que a los países del Sur se les cierra la posibilidad de colocar su producción.
“Si se levantan las fronteras arancelarias firmamos hoy mismo”, se animaban a decir en la Cancillería argentina. Era una forma de explicar que la oposición al ALCA no tiene que ver con una postura ideológica “antinorteamericana”, sino que se trata de una defensa de los intereses nacionales y de la región. “No firmar el ALCA es una forma de defendernos”, agregaba. Con todo, aclaraban que lo más probable es que el tema ni se mencione en la reunión entre Néstor Kirchner y George Bush.
Ayer, el embajador Lino Gutiérrez y el delegado norteamericano para las Cumbres, John Maisto, pasaron por el Palacio San Martín. Fue el preámbulo a la reunión que el Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres (GRIC) que se reunirá hoy en la Cancillería para comenzar a discutir los muchos “corchetes” (los temas en los que no hay acuerdo) que aún restan resolver del documento final. El lunes, el GRIC se trasladará a Mar del Plata.