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La remoción de Rubén Giustiniani de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado atravesó desde la trama de una comedia de enredos hasta las sospechas de múltiples teorías conspirativas. Finalmente, el secretario parlamentario de la Cámara alta, Juan Estrada, asumió como propia “la desprolijidad administrativa” que había borrado de la comisión al senador socialista, quien atribuyó la marginación a su oposición al proyecto impulsado por Cristina Fernández de Kirchner para modificar el número de miembros del Consejo de la Magistratura. La medida había provocado un duro cruce de la primera dama con el vicepresidente Daniel Scioli, que cargó con el “error” de reemplazar a Giustiniani por Cristina y que subsanó recién ayer con la firma del decreto que restituyó al socialista como vocal de la comisión parlamentaria.
“Es una desprolijidad de la que me hago cargo”, sostuvo Estrada minutos después de informar –ayer por la tarde– que el titular del Senado, el vicepresidente Daniel Scioli, “ya firmó el decreto de designación” del legislador socialista en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, aunque el secretario parlamentario no pudo exhibir el documento con la firma de Scioli. Así, el vicepresidente –duramente golpeado desde el propio oficialismo– terminó de cargar sobre sus hombros el enfrentamiento público que generó el “entredicho”.
La remoción de Giustiniani había generado una fuerte polémica en pleno recinto del Senado luego de que el propio senador socialista y sectores de la oposición responsabilizaran al oficialismo de removerlo aduciendo que estaba en contra del dictamen del Consejo de la Magistratura que finalmente la Cámara alta aprobó la semana pasada. La eliminación de Giustiniani de esa comisión y su reemplazo por la senadora Cristina Fernández desató una ola de críticas desde el kirchnerismo hacia el vicepresidente, a quien atribuyeron la difusión de la medida.
“Yo expuse mi visión con respecto a la reforma del Consejo de la Magistratura y luego de eso me echaron. Si esta semana no se me reintegra a la Comisión voy a creer que es así. La decisión es del bloque oficialista, pero si ellos dicen que no fueron espero que se solucione el error. Tanto Scioli, el presidente del bloque, como el del cuerpo han manifestado que van a subsanar el error”, dijo Giustiniani ayer antes de emprender su regreso desde Rosario a Buenos Aires. En el viaje, el senador se enteró de su reincorporación a la comisión.
Sin embargo, Giustiniani le atribuyó a “problemas internos del justicialismo” y a un “choque de personalidades”, el conflicto que derivó la semana pasada en una reprimenda pública de la senadora Cristina de Kirchner al vicepresidente de la Nación. También afirmó que por su condición de único senador socialista carece de respaldos significativos en la Cámara alta: “Yo soy el único integrante del bloque socialista y, como pueden imaginarse –dijo en declaraciones radiales–, el justicialismo impone su mayoría y su poder” en el cuerpo legislativo.
Todavía ayer, antes de que anunciara a través de Estrada la nueva modificación en la composición de la Comisión de Justicia, Scioli seguía recibiendo críticas desde el kirchnerismo. “Tratamos de hacer que las cosas sean lo más transparentes posible y que no haya operaciones, especialmente de no trabajar para ninguna corporación que vaya en contra de los intereses del país”, respondió el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María, a una consulta radial sobre el cuestionamiento que Cristina Fernández hizo a Scioli la semana pasada.
Distintas versiones periodísticas atribuyeron a la senadora la responsabilidad en el desplazamiento de Giustiniani, por eso, en la sesión del jueves último, la primera dama planteó una cuestión de privilegio en la que acusó al titular del cuerpo, Scioli, de haber hecho una “operación de prensa” en su contra, dado que la versión que llegó a los medios había surgido de la Secretaría Parlamentaria. “Hay quienes entienden la política como un hecho individual; los que venimos trabajando junto al presidente Kirchner entendemos la política como un hecho colectivo”, insistió Santa María y advirtió que a algunos “les cuesta sintonizarse con eso y por eso a veces cometen ese tipo de errores”. Los cuestionamientos de Santa María –que además de presidir el PJ capitalino es uno de los hombres de confianza del jefe de Gabinete, Alberto Fernández– también pueden ser interpretadas dentro de la previsible puja en el oficialismo de cara a la candidatura para la jefatura de Gobierno en 2007, para la que Scioli es uno de los aspirantes.