Sábado, 11 de marzo de 2006 | Hoy
El ahora jefe de Gobierno porteño está terminando de armar su equipo en función de sus acuerdos políticos. Habrá varias salidas, pero más que nada funcionarios que cambiarán de cartera, secretarías desdobladas y caras nuevas en Palacio.
Por Santiago Rodríguez
Jorge Telerman ya decidió que apostará a una “ciudad productiva” y va a modificar en consecuencia la estructura del gobierno porteño. Ya eligió algunos de los miembros de su gabinete y terminará de armarlo en función de los acuerdos políticos que establezca. Su idea es contener a todo el arco progresista.
“Soy más que kirchnerista”, suele decir Telerman como muestra de su vocación de convertirse en vértice de un espacio de centroizquierda que tenga al kirchnerismo como actor importante, pero que incluya también al resto de las expresiones del progresismo porteño, empezando por el ibarrismo. En ese esquema al que define como “amplio, diverso y transversal” y pretende que sea su base de sustentación política, imagina también a los peronistas no integrados al PJ, los socialistas y algunos radicales. Como muestra de su ecumenismo exhibe también llegada a varios de los que hoy están con Mauricio Macri.
Telerman afirma tener la intención de reflejar ese armado político en su administración, pero en la selección de su elenco de secretarios pesará lo que acuerde con la Casa Rosada. Ayer conversó por segunda vez desde la destitución de Aníbal Ibarra con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, con quien no tiene el mejor de los vínculos. Telerman se lleva mejor con el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, quienes le disputan espacio a Fernández. Pero Fernández es el jefe político K en el distrito y, por lo tanto, su interlocutor. Ambos acordaron seguir hablando en los próximos días y no descartaron una reunión con Néstor Kirchner.
En la charla se mencionaron algunos nombres. El jefe de Gabinete se mostró interesado, por ejemplo, en el futuro de Roberto Feletti. Telerman tiene previsto desdoblar la Secretaría de Obras Públicas y Planificación. Feletti podría quedar en Planificación, aunque todos le reconocen su capacidad de gestión un perfil más propio para Obras Públicas, un área que sin embargo quedaría en manos del hombre que nomine De Vido.
Alberto Fernández nunca hizo buenas migas con el jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández. Telerman, en cambio, estableció con el funcionario una buena relación que se consolidó en los meses en que Ibarra estuvo suspendido y ofició de nexo entre ambos. El nuevo jefe de Gobierno piensa convertir la Jefatura de Gabinete en Secretaría General de Gobierno y entiende que mantener a Fernández dentro de su administración es clave en su propósito de contener al ibarrismo. Telerman también le pidió a Ibarra que continuaran en su gestión la procuradora General Alejandra Taddei y la subsecretaria Legal y Técnica Débora Cohen.
La Secretaría de Hacienda cambiará de manos. Allí irá el actual secretario de Desarrollo Social, Sergio Beros, y Marta Albamonte emigrará a la vicepresidencia del Banco Ciudad, en lugar de Pablo Maggioli. Al frente de esa entidad seguirá Eduardo Hecker, impulsor de estrategias de desarrollo productivo en línea con la impronta que quiere dejar Telerman.
Beros es uno de los hombres de confianza de Telerman y lo acompaña desde que estuvo durante el primer mandato de Ibarra en la Secretaría de Cultura. Allí está ahora Gustavo López, quien dejará el cargo en manos de su segunda, Silvia Fajre.
El lugar de Beros será cubierto casi con seguridad por Gabriela Cerruti, artífice del plan Ciudadanía Porteña que garantiza un ingreso mínimo para todos los indigentes de la ciudad. A partir de una reformulación, el área pasará a llamarse Secretaría de Desarrollo Humano e incluirá también el manejo de los temas vinculados con los derechos humanos. Cerruti es parte del círculo íntimo de Telerman, que también integra Oscar Feito, su vocero político. Aunque en lo personal preferiría desarrollar esa tarea sin ataduras, algunos sostienen que terminará con un cargo formal.
Telerman también cuenta entre su gente al director de la Corporación Buenos Aires Sur, Enrique Rodríguez, y el sindicalista municipal Alejandro Amor, a quienes muchos le deparan también lugares en el gabinete. Suenan además para ocupar lugares de importancia Pablo Fondevila, ex jefe de campaña de Palito Ortega y operador político de Gustavo Beliz, y Horacio Lenz, su mano derecha en la Legislatura.
Otra secretaría que Telerman desdoblará es la de Desarrollo Productivo, Turismo y Medio Ambiente. Para lo relativo a la producción piensa convocar a algún economista de renombre y no está claro el futuro del actual secretario Eduardo Epszteyn. La que tiene sellado su pasaporte de salida de Educación es Roxana Perazza. Telerman consultó ayer al ministro nacional Daniel Filmus por su reemplazo, después de descartar la idea de nombrar a Ernesto Villanueva. En otras consultas que hizo le recomendaron que quien designe debe continuar las transformaciones que puso en marcha Perazza para mantener una buena convivencia con los gremios docentes.
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