La última sesión del juicio político al ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra pareció un trámite en comparación con las maratónicas jornadas de testigos y con la tensa espera del día del veredicto. Con la ausencia del defensor Julio César Strassera y de varios de los integrantes de la Sala Juzgadora, el juez Julio Maier leyó el acta donde se informaba de la destitución por diez votos positivos del macrismo, el ARI, la izquierda, el kirchnerismo y el radicalismo disidente. Cada diputado entregó los fundamentos de su fallo sin leerlos, para evitar extender el encuentro. En un clima distendido, los legisladores le agradecieron por su presencia a Maier y el titular del Supremo Tribunal porteño no pudo con su genio y bromeó: “En un primer momento llegué a insultar a quien me había designado para esa tarea y espero no volver a estar sentado en este lugar”.

El juez, a quien le tocó ser titular de la sala contra su voluntad, también destacó la convivencia que se logró, luego de limar asperezas con los miembros de la sala y las costumbres del ámbito parlamentario: “Intenté congeniar lo actuado por la defensa, la acusación y la sala de juzgamiento”, planteó Maier. “Hemos dado una muestra de civilidad”, destacó, luego de recibir el elogio del kirchnerista Helio Rebot “por sus cualidades de jurista y por ser una persona de bien”. Los familiares de las víctimas de Cromañón cerraron la sesión con un aplauso cerrado, dedicado a los que destituyeron a Ibarra.

En total, la reunión duró apenas 20 minutos. Se leyó el acta y los legisladores entregaron cuatro copias de sus fundamentos, sin leerlos en público. Hubo algunas ausencias notorias: esquivaron el bulto los que votaron por la absolución (Beatriz Baltroc, Norberto La Porta y la ibarrista Laura Moresi), con la sola excepción del kirchnerista Sebastián Gramajo. La radical independiente Florencia Polimeni señaló que Ibarra se “sigue resistiendo a la realidad” y pronosticó que “con el correr de los meses, la gente va a entender lo que fueron las responsabilidades políticas en esta terrible tragedia”.

En los fundamentos de Polimeni –de los que se colgó Rebot sin presentar uno propio–, se señala que Ibarra “abdicó en la función de policía mediante una indebida asignación de recursos y la aplicación de sistemas de control palmariamente ineficientes”. “Se da como consecuencia directa de ello la tragedia de Cromañón”, disparó la ex macrista. Destacó que “la supresión de la Dirección de Verificación y Control implicó el pase a disponibilidad de más de 500 agentes, cargos que no fueron vueltos a cubrir, dejando huérfana de recursos humanos y materiales la función de policía comunal”. “Tal medida es irrazonable y exuda mal desempeño”, planteó Polimeni.

“La sala se atreve a sostener que los trágicos hechos de Cromañón no son más que el resultante necesario de este cuadro de situación”, afirmó Polimeni. La legisladora concluye que “corresponde atribuir al jefe de Gobierno las responsabilidades resultantes del descontrol descripto, cuestión que importa mal desempeño”.

A la salida del recinto, un grupo de familiares, encabezados por José Iglesias, esperó a los diputados que apoyaron la destitución para abrazarlos, agradecerles y volver a aplaudirlos. Recibieron loas, en especial, Rebot y el ex zamorista Héctor Bidonde. “Mi mayor satisfacción, en lo personal, es el reconocimiento de ellos. Que Ibarra haya sido destituido no me produce ninguna alegría”, aclaró Bidonde.

Informe: Werner Pertot.