EL PAíS › OPINION

Hacernos cargo

Por Lía Méndez*

El creciente reclamo de la ciudadanía por una participación real en el manejo de la cosa pública podría tener en el mecanismo de presupuesto participativo una respuesta adecuada. Pero esto, siempre y cuando la propuesta no quede en el mero show mediático, o se convierta en asambleas de vecinos decidiendo cuántos árboles sembrar en la plaza del barrio o de qué color pintar las rejas que los cuidan del acoso de los perros...
Hoy la Ciudad Autónoma de Buenos Aires soporta ciertas deficiencias en materia de salud pública, vivienda, educación y calidad de vida en general. Y considerando la magnitud de los recursos económicos, de capital y humanos con que cuenta, aun en el contexto de crisis nacional, la emergencia económica, sanitaria y social en que ha incurrido la Ciudad sólo se explica por la ineficacia y falta de transparencia de las anteriores y la actual gestión de gobierno.
Esta dirección catastrófica –al menos para el 80 por ciento de la población, que no sólo no disfruta de los beneficios de neoliberalismo y la libertad de mercado sino que lucha cotidianamente en el límite de la supervivencia– sólo podrá ser modificada por la participación efectiva de la gente en los ámbitos de la decisión que afecten a sus intereses vitales.
Pero tanto el Plan de prioridades presupuestarias 2002 y presupuesto participativo 2003 presentados por el Poder Ejecutivo, como los proyectos presentados por las bancadas mayoritarias de la Legislatura de la Ciudad, responden a una fórmula: articular en un elaborado discurso aquellos conceptos que el marketing política detecta hoy como más caros a la ciudadanía, cuidando bien que en la práctica no se afecte en lo más mínimo el statu quo del poder vigente. Dicho en criollo: “Hacer como si...”.
El proyecto de Presupuesto Participativo presentado por el bloque Humanista contiene, en cambio, propuestas que permitirían transformar profundamente el esquema de poder, la gestión municipal y las prácticas sociales ciudadanas. A saber:
- Carácter participativo que abarque el 100 por ciento de los recursos que pueda disponer en forma exclusiva la Ciudad de Buenos Aires.
- Carácter vinculante de las resoluciones de los vecinos consensuadas en el Consejo del Presupuesto Participativo, conformado fundamentalmente por representantes de los Foros Comunales, los Foros Temáticos y los tres poderes de la Ciudad.
- Participación con voz y voto en todo el proceso del PP para las personas físicas (vecinos) y sólo con voz para las organizaciones no gubernamentales, gremiales y vecinales.
- Foros Comunales organizados en base a la división de barrios (48) especificada en las ordenanzas 26.607 y 51.163; esto es, respetando la identidad barrial y las características de autoorganización que ha manifestado el movimiento de asambleas barriales surgido en la Ciudad a partir de diciembre de 2001.
- Inclusión del personal docente de la Ciudad, las escuelas y el sistema educativo en general y como componentes claves en la construcción y desarrollo de las prácticas sociales vinculadas al proceso de PP.
Difícilmente sea este proyecto el que se termine implementando, a juzgar por la actual distribución de fuerzas legislativas, pero nadie podrá decir que no se hizo nada mejor por falta de ideas. Y tampoco será esto por mucho tiempo más...

* Legisladora de la Ciudad.

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