EL PAíS
Rodríguez Saá lanzó su Movimiento y amenaza ir por afuera del PJ
El ex presidente armó su estructura política. Criticó a la coalición peronista radical (“Pacto de Olivos”) y aseguró que no negociará con el duhaldismo sus decisiones electorales.
Por Martín Piqué
Cuando dejó la presidencia, Adolfo Rodríguez Saá envió la renuncia desde su provincia, San Luis. Cinco meses después de aquella jornada postChapadmalal que dejó para la posteridad su mensaje en cadena oficial con imágenes borrosas, el ex gobernador volvió a elegir su terruño para dar otro paso importante de su carrera política. Estrenó formalmente el Movimiento Nacional y Popular, una estructura paralela al PJ que le permitirá competir por fuera del partido en las elecciones de 2003. El lanzamiento consistió un claro desafío al presidente Eduardo Duhalde, que quiere impedir a toda costa que el voto peronista se disperse entre distintos candidatos, entre ellos Rodríguez Saá.
Como todo candidato que se precie, el sanluiseño creó una fundación para financiar la campaña, ideó un instituto para que agrupe a sus “equipos técnicos” y, lo que más preocupa al Gobierno, diseñó el “Movimiento Nacional y Popular” para participar en las elecciones presidenciales. Según los allegados a Rodríguez Saá, esta organización, que ya tiene un comando superior con 34 miembros, “tendrá como columna vertebral al peronismo pero se amplía y extiende a todas las manifestaciones políticas y sociales formales e informales del pueblo”.
En la Rosada, precisamente, están preocupados por la posibilidad de que el ex gobernador de San Luis participe en los comicios con su propio partido. El propio Rodríguez Saá lo anticipó en varios programas de televisión, y ayer, con la inauguración del comando superior de su movimiento, profundizó los temores del Ejecutivo. Además, acusó al “Gobierno de Duhalde y el Pacto de Olivos” de querer “imponer un acto eleccionario tramposo”, y luego desmintió que él o alguno de sus asesores vayan a reunirse con el ministro del Interior, Jorge Matzkin, para negociar las reglas de la interna justicialista. “No tenemos motivos para dialogar ni conversar. Sólo esperamos la fecha de las elecciones y las urnas para que el pueblo vote”, dijo.
La presentación del “Movimiento Nacional y Popular” se realizó a la tarde, en la Fundación de Investigación Social Argentino Latinoamericana (Fisal), ubicada en la calle Junín al 600 de la capital provincial, donde se reunió un numeroso grupo de admiradores del “Adolfo”. Entre ellos, el ex senador y hermano del candidato, Alberto Rodríguez Saá, y los legisladores porteños del bloque Fuerza 2001, Miguel Doy y Enrique Rodríguez, que elogiaron al fugaz ex presidente y explicaron los fines del Instituto Federal para la Refundación de la Argentina, la entidad que agrupa a los cuadros técnicos y que –al estilo del Instituto Programático de la Alianza (IPA)– se encargará de elaborar los planes de gobierno.
Ante sus seguidores, el ex gobernador de San Luis cuestionó duramente al “Pacto de Olivos” y desechó cualquier posibilidad de negociación con los funcionarios del oficialismo. “Este Gobierno esconde, tras esta farsa de diálogo, su vocación de comprometernos con su corrupción y entretener, hasta que puedan imponer un acto eleccionario tramposo que se enfrentará con la voluntad popular.” En la misma línea, un miembro del flamante movimiento “adolfista” aseguró a Página/12 que Rodríguez Saá no se sentará a conversar con Duhalde los detalles de la interna. “De ninguna manera vamos a discutir el tema electoral con el Gobierno”, dijo.
En el entorno de Rodríguez Saá observan con desconfianza la cumbre entre Duhalde y Carlos Menem, que se concretaría el 24 de junio, en La Rioja. Según los hombres de confianza del “Adolfo”, en esa reunión se podría gestar un acuerdo para garantizar, a cualquier costo, aun el “fraude”, el triunfo de Carlos Reutemann en la interna justicialista. “Si Duhalde acuerda con Menem y Reutemann es el candidato, Adolfo irá por afuera”, prometió uno de los operadores del precandidato de la eterna sonrisa.