Viernes, 14 de abril de 2006 | Hoy
EL PAíS › LOS MOTIVOS PARA LEVANTAR EL PARO Y NEGOCIAR
Los dirigentes de los trabajadores de los subtes explicaron por qué convocaron a Pérez Esquivel y qué esperan si se abre un canal de diálogo.
Por Miguel Jorquera
La intermediación comenzó, pero el futuro de la negociación todavía es incierto. La gestión de Pérez Esquivel –tal como anticipó ayer Página/12– logró en la madrugada del jueves que los trabajadores levantaran la huelga que paralizó por casi dos días las cinco líneas de subterráneos y el Premetro, y puede abrir un canal de diálogo con el Gobierno. Los trabajadores afirmaron que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, sería el encargado de gestionar la semana entrante una reunión con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para buscar una solución definitiva al reclamo de reencuadramiento sindical en el convenio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para “unos 600 empleados de nueve empresas tercerizadas” por Metrovías. “Hemos levantado la medida de fuerza y mostrado nuestra voluntad de negociar, pero no dudaremos si debemos volver a la lucha y la autodefensa de nuestros derechos”, aseguraron.
“Es un hilo muy fino”, confió a Página/12 uno de los miembros del cuerpo de delegados del subte, para referirse al frágil canal de negociación que lograron abrir con la gestión del Premio Nobel de la Paz. Sin interlocutores y cercados por la policía, que esperaban la orden para desalojarlos por la fuerza de la estación Constitución, los trabajadores buscaron mediadores que posibilitaran una instancia negociadora. Pérez Esquivel aceptó el desafío y se comunicó con Tomada, quien le dijo que no habría diálogo si continuaba la medida de fuerza. En una asamblea que se realizó en la madrugada del jueves, los trabajadores votaron levantar el paro para “iniciar el diálogo”.
“Como Pérez Esquivel estará fuera del país, habló con Oscar Parrilli, quien se comprometió a gestionar una reunión con Tomada para la semana que viene”, explicaron los delegados de los trabajadores del subterráneo en una conferencia de prensa que brindaron ayer en el Hotel Bauen, frente a un auditorio que poblaron delegados de otros gremios como ferroviarios y del Hospital Garrahan, y dirigentes y militantes de partidos de izquierda que respaldaron la huelga. Allí también afirmaron que Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo. Línea Fundadora, también se sumaría a la gestión. Uno a uno los delegados tomaron la palabra –frente a los flashes fotográficos y las cámaras de televisión– para “desmentir” los argumentos que esgrimieron ante al conflicto los voceros de la empresa Metrovías y el propio Ministerio de Trabajo; además de denunciar la “brutal represión” que sufrieron en los desalojos que la Policía Federal realizó por la fuerza en las estaciones Primera Junta y Dorrego, en la tarde del miércoles.
Con fotocopias de los recibos de sueldo de varias de las nueve empresas tercerizadas que funcionan en el servicio de subterráneos, los delegados mostraron las diferencias salariales –que llegan hasta un 50 por ciento menos– entre los empleados de esas empresas y lo que cobran los trabajadores de Metrovías –de acuerdo al convenio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)– y que generó el reclamo de reencuadramiento sindical que exigen sus 600 trabajadores.
Ahí embistieron contra Metrovías. “La empresa insistió en que el conflicto era un capricho nuestro y que no había precarización laboral en los subtes. Nosotros venimos denunciando desde hace dos años que no sólo hay precarización sino un fraude laboral. Las empresas Orbea, Metropolitana, Neoservice, Pertenecer, Bayton, Estactis, Metrotel, Servisur, Viasubte, Pertenecer, Metroshop, Enterprise, tienen varias cosas en común. No sólo que realizan trabajos propios del subterráneo sino que el 90 por ciento de ellas son del mismo grupo empresarial y varios de sus directivos también forman parte de la dirección de Metrovías”, afirmó el delegado Roberto Pianelli.
También con fotocopia en mano, los delegados mostraron el acta-acuerdo que los trabajadores de la tercerizada Compañía Metropolitana de Seguridad firmaron el 28 de diciembre del año pasado y que el Ministerio de Trabajo “giró recién el 4 de abril, cuando se reanudaron sus medidas de fuerza,para que la CGT resuelva el encuadre gremial”, insistió Néstor Segovia. Un tema que provocó enfrentamientos entre los trabajadores con el propio Tomada: “No es verdad lo que dice el ministro. Ya pasaron más de los sesenta días que establecía el acuerdo y cuando los trabajadores empezaron a reclamar, la empresa los suspendió por 20 días”.
“Si desde el Gobierno dicen que están dispuestos a terminar con la precarización laboral y la lógica impuesta en la década menemista, por qué nos mandan la policía a reprimir cuando peleamos por nuestro derechos”, reclamó Pianelli al Gobierno. Allí Segovia también criticó duramente a la conducción de la UTA y a su secretario general, el dirigente cegetista Juan Manuel Palacios: “Cómo puede ser que en medio de la represión que se desató contra los trabajadores y el pedido nuestro de convocar a una medida de fuerza para evitarlo, la UTA no haya emitido ni una sola palabra”.
“No le tenemos miedo al diálogo, porque no tenemos nada que ocultar, como lo tienen las empresas con sus fraudes laborales. De la misma manera de que fuimos responsables de advertir durante toda una semana la situación para evitar llegar al paro, tampoco vamos a dudar, si no cumplen, en volver a tomar medidas de autodefensa”, insistió Pianelli ante el aplauso de sus compañeros. La negociación recién empieza.
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